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La Catedral basílica menor de Durango fue el marco ideal para la celebración de la misa de esponsales de la enamorada pareja formada por Stephany Martínez Flores y César Iván Soto Burciaga, quienes lucieron sus mejores galas para recibir la bendición.
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Ocupando los reclinatorios adyacentes a la pareja estuvieron sus padres, los señores José Uriel Martínez González y Marcela Flores Rosales; Mauricio Soto Flores y María del Rosario Burciaga Huizar.
El cortejo nupcial estuvo integrado por Vianey de la Fuente Aragón, quien fue madrina de arras; Cynthia Luévanos y Saúl Loera, de anillos; Luis Rodolfo Díaz Lugo y Felipa Flores Vallejo, de mancuerna y velación.
Durante la emotiva celebración el sacerdote oficiante se dirigió a la pareja para decirles que “en la iglesia católica cuando hablamos del matrimonio pensamos en el sacramento del matrimonio. Pero antes de que hablemos del sacramento en sí, debemos reflexionar sobre la definición del matrimonio”.
Agregó que “el matrimonio existía antes de los sacramentos, antes de la iglesia, antes de que Dios estableciera la alianza con Abraham. Cuando Dios creó el hombre y la mujer estableció la alianza nupcial que llamamos “matrimonio”.
Dijo que el matrimonio no es solamente una figura jurídica establecida en la legislación civil, sino algo creado por Dios. Lo definió como un consorcio de por vida, ordenado por su misma índole natural por el bien de los cónyuges, de la generación y educación de la comunidad.
Momentos después de su sermón, el sacerdote oficiante los unió mediante este lazo importante entre la sociedad católica y les brindó la bendición en presencia de sus familiares y amistades que se dieron cita para acompañarles en este emotivo instante.
Entre la concurrencia se encontraban ahí sus abuelos Ignacio Flores Vallejo, María Bertha Rosales Nava, Mauricio Soto, Guadalupe Flores y el hermano de la novia Ángel Uriel Martínez Flores, además de sus tíos Claudia, Rubén y Magdalena, quienes al término de la ceremonia los felicitaron en el atrio del hermoso recinto en donde también les esperaban sus invitados para hacer lo mismo.
Posteriormente Stephany y César Iván se trasladaron con todos ellos a una conocida finca a las afueras de nuestra ciudad en donde presidieron una espléndida recepción. No sin antes posar para la lente del profesional Gabriel Saucedo.
