La encantadora pareja formada por la guapísima Samantha Viridiana Ceniceros Vargas y Héctor Huerta Hernández lucieron espectaculares atuendos para postrarse ante los ojos de Dios Nuestro Señor en la Catedral Basílica Menor de Durango y recibir la bendición a su amor.
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La enamorada pareja que reside en California en los Estados Unidos viajó desde allá en compañía de familiares y algunas amistades para enlazar sus vidas mediante el lazo sacramental del matrimonio.
Para este momento tan especial el hermoso recinto lució preciosos arcos de flores que adornaron el pasillo principal hasta el altar mayor, en donde se encontraban cirios blancos que se encendieron para darles la bienvenida a los novios y sus invitados, quienes fueron amablemente atendidos por la coordinación del equipo de Héctor Galván.
La guapísima novia que lució un exclusivo atuendo bellamente bordado en fina pedrería estuvo acompañada en esta ocasión por sus padres Rafael Caldera y Blanca Caldera, mientras que su novio hizo su arribo con sus papás los señores Juan José Huerta y María de Jesús Hernández, quienes aprovecharon el momento de la solemne ceremonia para impartirles sus respectivas bendiciones.
Durante la ceremonia el sacerdote oficiante se dirigió a la feliz pareja para felicitarla por su decisión de arraigarse a sus raíces y venir desde el extranjero a contraer nupcias en la Catedral Basílica Menor de Durango que los recibió felizmente para que ellos recibieran la bendición de manos del propio celebrante.
Los exhortó además a ser un pilar de la familia que estaban formando, para de esta manera darle formación ante la llegada de sus hijos cuando así lo decidan a quienes se comprometieron a educar con los valores morales que en todo momento han recibido por parte de sus respectivas familias.
El cortejo nupcial de Samantha y Héctor estuvo formado por algunos familiares y amistades, como Blanca y Rafael Caldera, que fueron padrinos de mancuerna; Dinah y Carlos Guardado de anillos, Nina y Leonel Mejía de arras y Juan Medina Ávila y Martha Ávila de velación.
En la misa el padre les dijo que el matrimonio tiene como principal finalidad la de vivir juntos, procrear, y asistirse mutuamente. Respecto de vivir juntos, el hogar común debe ser determinado libre y conjuntamente (antiguamente la mujer debía vivir donde ordenara el marido). Agregando que la gracia creada en los esposos por el sacramento del matrimonio, se la deben el uno al otro recíprocamente, pues ellos son los ministros de este sacramento.
Si uno de los dos no aporta su libertad y su decisión, no habrá sacramento, y por lo tanto no habrá gracia. Como efecto del matrimonio se crea un vínculo por el que se derrama la gracia que fortalece la unidad, perfecciona el amor de los esposos y los ayuda en su vida conyugal y paternal.
Posteriormente procedió a otorgarles la comunión a que los novios procedieran a intercambiar sus votos matrimoniales, en donde se prometieron amarse y respetarse por el resto de sus vidas.
Al término de la ceremonia los nuevos esposos recibieron efusivas felicitaciones por parte de sus invitados, quienes más tarde se trasladaron a la Hacienda “La Jacona” que lució espectacular decoración para la espléndida recepción que se les tenía preparada. La pareja fijará su residencia en California, E.U.