Alejandra y sus hermanos Luis y Domenica Antuna Carrillo se dieron a la tarea de organizar entre familiares y amistades una vistosa fiesta para conmemorar el día de Halloween, misma que tuvo lugar en conocido lugar y donde el ingenio y creatividad de los asistentes se hizo presente.
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Este tipo de celebraciones se han venido arraigando mucho en nuestro país y en Durango no podía ser la excepción y en los últimos años hemos visto el crecimiento de esta festividad dado que se presta para la convivencia entre familias y amigos que gustan de darse a la tarea de confeccionar el mejor disfraz, ya que muchas de las veces son premiados los mejores por su creatividad para realizarlos.
Esta tradición viene desde la época de los celtas, quienes fueron los principales impulsores de esta celebración y usaban máscaras para huir de los fantasmas y seguían la tradición principalmente motivados por el miedo a los espíritus y a la oscuridad.
La costumbre de disfrazarse para Halloween tiene raíces anglosajonas. Las noches de invierno de hace cientos de años representaban una amenaza para la gente. Su oscuridad le provocaba mucho miedo porque creían que en la noche del Día de Todos los Santos, los muertos cobraban vida y se convertían en fantasmas, en momias, en brujas, etc. La gente también pensaba que se los encontraría por las calles si salían de sus casas.
Como no todos podían permitirse quedar encerrados en casa toda la noche, los que salían creían que disfrazándose no serían reconocidos por los fantasmas. Por lo tanto usaban máscaras y capuchas, con el propósito de despistar a los fantasmas en su búsqueda de espíritus.
Las primeras celebraciones de Halloween en los Estados Unidos incluían fiestas públicas en las que los vecinos compartían historias de muerte y fantasmas, adivinaban la suerte, bailaban y cantaban. A la mitad del siglo XIX las festividades anuales del otoño eran comunes pero Halloween todavía no se celebraba en todo el país. Esto comenzó a generalizarse con la llegada de los nuevos inmigrantes irlandeses en la segunda mitad del siglo.
Los asistentes a esta celebración de los hermanos Antuna Carrillo pudieron disfrutar de una grata velada en donde compartieron snacks y bebidas preparadas y vivieron una noche mágica y llena de camaradería que esperan continuar realizando año con año.