A sus escasos seis años de edad, Germán Valles Fernández, comprendió que todos los cuerpos son perfectos y así lo hizo saber en su segunda exposición de arte, cuando siendo un niño comenzó a moldear lo que años más tarde sería su vida como artista visual, donde las texturas y figuras de sus piezas son el motor que genera en el espectador una ráfaga de emociones y sentimientos que lo hace reaccionar.
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¿Existe un cuerpo perfecto para Germán?
Todos, según lo que se quiera representar hay un cuerpo perfecto, ahora tengo la idea que quiero representar al hambre a través de formas muy mórbidas. Fíjate, el cuerpo perfecto para representar el terror me lo imagino solo con las manos, no hay cuerpos perfectos para el arte, hay cánones o modas.
Fue a los cinco años cuando un 30 de abril, el artista duranguense montó su primera exposición en lo que hoy es el Museo de la Ciudad, una colección superior a 100 dibujos y pinturas que se exhibieron en el patio principal, al año siguiente llega la invitación para ser parte de una exposición colectiva.
“Fui el primer expositor menor de edad que participó en un homenaje al maestro Francisco Montoya de la Cruz, expuse un desnudo de un hombre y una mujer, y me pusieron el niño obsceno”, narró entre risas el pintor, quien indicó que dicho apodo se lo puso un amigo de su papá, pues a su corta edad ya pintaba desnudos.
¿Qué representa el cuerpo para ti?
El cuerpo me parece enigmático, inquietante, es lo más representativo del ser humano, su propio cuerpo. Hace tres años pinté Tiempo de híbridos, y es una persona compuesta por retazos de otros cuerpos, y hoy es de lo que todo mundo habla el identificarte con un género o no. La anatomía humana me apasiona, esto me ha ayudado para mis creaciones. El cuerpo es muy representativo, las manos según la posición que tengan pueden representar desde pasión hasta lucha o piedad.
Bajo la firma artística de Valles Fernández, se ha forjado un camino propio en el mundo del arte, y es que en su primer semestre luego de ingresar a la carrera de Pintura, Escultura y Artesanía de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), su padre, el también reconocido artista Manuel Valles, le dijo “nadie te va a estar esperando, te debes dar a conocer solo”, un consejo que Germán atesora hasta el día de hoy, y fue así como empezó a buscar espacios para exponer.
La Casa de la Cultura fue el primer recinto que le dio la oportunidad de mostrar su talento al público, “pinté un cuadro por día y presenté 30 obras, de ahí expuse en la Ciudadela de Zacatecas, recordó el también escultor”.
Galerías de San Pedro Garza García, Guadalajara y Guanajuato; siguieron en el camino del duranguense, hasta llegar a España, lugar que le abrió las puertas en Nueva York, donde el año pasado expuso en la muestra Grandes maestros modernos y contemporáneos, cuya obra se colocó al lado reconocidos artistas como Joan Miró y Picasso.
Sin embargo Germán Valles siempre regresa a la tierra que lo vio nacer, y este siete de septiembre inaugurará Manifiesto, en el Museo Palacio de los Gurza, muestra que llega después de un año de no crear nada, las obras hablan de una nueva forma que tiene el artista para usar la paleta, “dejé de pintar después de que murió mi papá, hice solo una pintura muy diferente a todo, pero tiene más calidad que 20 piezas mías, se llama Campos Dorados, se vendió antes de ser expuesta en Nueva York. Y ahora regreso con 22 obras que hablan, claro del cuerpo, pero de la naturaleza y sobre todo de las flores”, contó.
¿Cuánto tardas en realizar una obra?
Tres días en cada obra, cinco ya es pérdida de tiempo. Para pintar no debo estar enojado, debo estar muy contento, pongo música fuerte, hay ocasiones que solo bailo y bailo y no pinto y al día siguiente llego fresco, bailado y la acabó en un día sin parar.
¿Qué formas son las que más le gustan a Germán?
No tengo una línea, siempre pinto con modelos, pues no es lo mismo tener una persona frente al pintor que copiar de una foto. Con el modelo se capta desde el pudor, la tranquilidad o intranquilidad, en la muestra Los enigmas de la carne no hice bocetos, toda esta hecha con modelos mientras posaban.
¿Porqué sobrecargadas tus obras de óleo?
Me gusta Francis Bacon, van Gogh, Rembrandt, Tamayo; varios artistas y la mayoría de ellos me gustan cómo expresan por medio de las texturas. Entonces yo cuando estudiaba me di cuenta que no me gustaba el resultado de las obras. A mí me gusta perderme en la textura, en el color, en ocasiones meto la mano cuando el pincel no me llena al hacer texturas, adentro de cada pintura hago muchas pinturas, pues las formas forman una tras otra.
A la fecha, Germán cuenta con 40 exposiciones individuales y 10 colectivas, de esas la mayoría se han realizado en el extranjero.
¿Te gusta exponer en Durango?
Sí, tengo la necesidad de dejar algo, pues creo que cada persona tiene la obligación y derecho de aportar algo a la sociedad.
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Y en ese retribuir a la sociedad en alguna ocasión Germán acudió al preescolar Alfonso Reyes, en el cual inició sus estudios, “fue mi primera conferencia con las niñas y niños de kínder, después de decirles cómo hacer acuarelas y mezclar colores, un niño me dice yo cuando sea grande quiero ser un pintor payaso como usted’, desde entonces quiero hacer una muestra sobre el tema, pero no he encontrado la idea”, narró el artista entre risas.
Dentro de la agenda del joven pintor se encuentra además de la exposición en Durango, el próximo 12 Octubre inaugura en el estado de Wisconsin, una muestra de 12 obras y el 2024 viajará a Argentina y el Cervantino, festival que por cuarta ocasión lo invita a formar parte de sus actividades.