Mitzi Sumiko Daza Leal, originaria de Toluca pero adoptada por Durango desde hace años, comparte su trayectoria en el mundo del cosplay y las experiencias que la han llevado a convertirse en una reconocida invitada en diversas convenciones gracias a sus destacados proyectos e interpretaciones. Quien asegura: "yo solo soy una ama de casa y madre que es cosplayer por diversión".
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En redes sociales se le conoce bajo el seudónimo de Chumikitoneko, la joven tiene 31 años de edad, sin embargo hace 21 años descubrió su pasión por el cosplay gracias a su madre, con quien compartía el gusto por el anime de aquella época. Fue en un evento en Toluca donde se encontró con el arte del cosplay y desde ahí inició su pasión por esta actividad.
Desde los nueve años comenzó a fabricar sus propios trajes, utilizando diversos materiales como papel, cartón y pedazos de tela, incluso llegando a pintarse el cabello con papel crepé.
A pesar de las dificultades que enfrentaba en aquel entonces debido a su edad, continuó desarrollando su interés por el cosplay, siempre motivada por la idea de poder fabricar sus propios trajes cuando fuera mayor y tuviera recursos económicos.
A los 17 años comenzó a trabajar y poco a poco pudo permitirse comprar telas y aprender técnicas de costura para dar vida a sus cosplay y participar en convenciones, adentrándose así en el mundo de la caracterización.
Uno de los momentos más significativos para Mitzi fue cuando comenzó a ser reconocida como cosplayer, hace aproximadamente cinco años, tras profesionalizar sus redes sociales. Su primer personaje fue Suzumiya Haruhi del anime "Suzumiya Haruhi no Yūutsu", a partir del cual comenzó a ganar popularidad y construir proyectos más elaborados.
A pesar de los obstáculos, como es el equilibrar su tiempo en su rol de madre, ama de casa, trabajo y hobby, Mitzi ha aprendido a dividir sus responsabilidades para seguir disfrutando del cosplay sin descuidar otras áreas de su vida. "uno tiene que ir aprendiendo a dividir sus tiempos, para poder hacer lo que uno quiere sin descuidar otras responsabilidades".
Estas dificultades principalmente se debía a que omitía decir que era casada, madre de familia y mantenía a la familia más al margen de su hobby. "Al principio si me costaba mucho por que mucha gente idealiza a las cosplayer como las "idols" y se llega a pensar que si no es soltera o tiene hijos no es una buena cosplayer, en teoría todo mundo sabe que las cosplayer tienen una vida fuera del personaje pero es muy criticado que tengas esa vida, si tu no quieres decir las cosas, si batallas mucho teniendo una doble vida", mencionó que la decisión de abrirse y que se supiera fue el marcar limites con las personas para evitar cualquier tipo de mal entendido.
En cuanto a la elección de personajes, Mitzi se inspira en las características y personalidad de los personajes que le llaman la atención mientras ve anime. Le gusta expresar la personalidad del personaje a través de su interpretación, aunque reconoce que si no se identifica plenamente con el personaje, no puede llevarlo a cabo de manera satisfactoria. "Me gusta mucho expresar la personalidad del personaje, aunque me guste y me llame el personaje, si yo siento que no tengo esa personalidad no puedo llevarlo a cabo porque no me siento capas de llegar al punto en donde digas ella es ese personaje".
En relación a la confección de los trajes, Mitzi cuenta con el apoyo de sus seguidores en redes sociales, quienes en muchos casos la patrocinan para adquirir la tela o los trajes necesarios. Respecto a la decisión de confeccionar o comprar un traje completo, considera que depende de la situación y las circunstancias de cada uno.
En cuanto a la forma en la que el cosplay ha ayudado en el desarrollo personal y emocional recordó que la mayoría que en su momento estuvo interesada en esta comunidad denominada "Otakus" sufrieron mucho de acoso. "el empezar a ser cosplay fue como un cambio de 180 grados, por que sientes que te vuelves otra persona, el interpretar un personaje ayuda a salir de esos baches emocionales a causa de las burlas y todo cambia cuando la gente comienza a reconocer y alagar tu esfuerzo te ayuda a querer seguir haciéndolo e intentarlo cada vez más y mejor".
Chumi como se le conoce en la comunidad ha participado en concursos de cosplay desde que llegó a Durango hace ya tres años, y ha encontrado en esta experiencia una oportunidad para mejorar y prepararse cada vez mejor. Para ella, la preparación implica practicar, memorizar diálogos y asegurarse de que todo salga perfecto en el escenario.
El reconocimiento y las invitaciones a eventos como cosplayer profesional son para Mitzi una experiencia gratificante y emocionante, equiparable a conseguir un trabajo soñado. Aunque lleva poco tiempo en la comunidad cosplay de Durango, percibe que es una comunidad unida y amigable, a diferencia de otras experiencias previas en comunidades más "tóxicas" en otros estados.
Sus metas y objetivos en el mundo del cosplay incluyen ser más reconocida y que su familia se sienta orgullosa de su trabajo. Y para aquellos que aún dudan en animarse a incursionar en el mundo del cosplay, Mitzi les anima a hacerlo, asegurando que es una experiencia que puede cambiarles la vida. Según ella, "Si tienes miedo, hazlo con miedo pero hazlo, nadie te va a quitar la sensación que tú tienes de interpretar a tu personaje favorito".
Para Mitzi, el cosplay ha sido una actividad que le ha permitido superar obstáculos y le ha brindado una sensación de realización personal.
Aunque sabe que sus hijos pueden no compartir su mismo interés, espera que se sientan orgullosos de su trabajo y puedan decir: "Mi mamá es genial, es aquella famosa cosplayer".