Los elementos naturales llevados al límite dan vida a las obras de arte que Cristhian Jesús Castro Guzmán tiene en mente y las materializa a través de la cerámica.
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Con 13 años de trayectoria, el artista duranguense ha pisado foros en Rumania, Chicago, Japón solo por mencionar algunos, actualmente trabaja en una serie de retratos sobre láminas de barro pulido, donde los matices de grises serán diferentes a los que da la tinta o el grafito.
Creador de sus propios pinceles, con el pelo que sueltan sus gatos pues asegura que con estos se hacen trazos finos y delineados, Jesús se considera un creador a través de los elementos naturales: tierra, agua, aire y fuego, éste último lo sorprende frecuentemente, “me gusta llevar al límite los elementos y la cerámica me lo ha permitido, ya que se puede pintar, esculpir y hacer piezas utilitarias, la cerámica es un híbrido donde puedo hacer todo”, explicó.
¿Cuándo conoces la cerámica y te enamoras de la técnica?
Muchas personas piensan que inicié pintando pero la cerámica siempre estuvo presente, pues a los seis años mis papás se dieron cuenta de mi habilidad. A mí nunca me ha faltado lápiz y papel para dibujar, pero a esa edad mi mamá me llevó al Centro de Iniciación al Arte y la Cultura (CIAC) donde recorrí todos los salones para conocer los talleres y al llegar a cerámica me gustó que todos estaban enlodados y creando, por eso lo elegí.
Recuerdo que cada semana creaba las experiencias que me pasaban como por ejemplo, si íbamos a La Joya hacía varias figuras que representaban ese momento y luego los destruía, era muy exigente, todavía mi mamá conserva dos piezas, dos jarrones pequeños que fueron las primeras pieza que expuse.
Su vida por la cerámica pasó de esos pequeños jarrones que exhibió en el patio del CIAC en sus inicios; a ser parte de la selección de creadores del Premio Nacional de Cerámica que se realiza cada año en Jalisco con Durango Nocturno, un conjunto de cuatro piezas conformadas por una licorera mezcalera, dos jícaras mezcaleras y un recipiente para comer pozole, donde resaltan la esencia de Durango desde el alacrán, visto como símbolo de un pueblo, junto a la tierra naranja brillante que le da a las piezas finalmente decoradas con humo.
¿Pintas con humo?
Sí, es pintar, es dibujo, en esencia es la gráfica. Tenía desde hace tiempo la intención de participar en el Premio Nacional de Cerámica, la idea se solidificó cuando llega el Taller de Cerámica Chan, pues mi intención era hacer piezas decoradas con humo, en mi mente funcionaba, nunca lo había hecho y fue todo un reto, hasta llegar a lo que visualizaba.
¿Por qué ponen de nombre Chan a su taller?
Chan es un ser mitológico que es guardián de cuerpo de agua y en diferentes culturas está presente. Al principio las jícaras mezcaleras que hacíamos tenían a diferentes animales y una maestra mezcalera en una ocasión habló del Chan en una conferencia, alguien le preguntó qué era un Chan y dijo es como estos animalitos, refiriéndose a nuestras jícaras, y se quedó el nombre.
Por años, Jesús tuvo como mascotas tres gallos, ellos fueron sus primeros modelos para llevarlos a los lienzos. El gallo significa para el también pintor, el que le avisa de un nuevo día, “el significado cada vez cambia, tenía tres gallos, me gustaba ver cómo maniobraban su cabeza como boxeadores y su relación con las personas era nuestra mascota, a mi papá y mi hermana también les gustan los gallos, es de familia”.
El amor a la tierra y la curiosidad por la mezcla de colores también viene de familia, a la fecha cuando tiene dudas al mezclar pigmentos le pregunta a su papá, quien por años ejerció el oficio de hojalatero, “de niños se me hacía un súper poder el que mi papá mezclara los colores y crear a partir de diversas mezclas con plastilina y otras cosas”, hoy el papá de Jesús lo acompaña en su pasión por la cerámica en el taller Chan, donde crean juntos piezas que vienen desde su imaginación.
¿De dónde vienen los pigmentos con los que trabajas?
Los pigmentos están hechos en su mayoría de tierra, llegó un punto en el que me pregunté con qué estaba pintando y esto me llevó a investigar la cocina del arte. Me doy cuenta que pinto con engobes (material utilizado en la alfarería para modificar la tonalidad y coloración de las piezas de barro o arcilla), que son más que minales y tierra, trabajó con pigmentos que se utilizan esencialmente para la cerámica y actualmente estoy aplicándolos en lienzos, cuando empiezas a experimentar y filtras llegas a procesos novedosos.
Desde la pandemia Jesús trabaja de manera independiente, a través de las redes sociales se ha proyectado hasta llegar con coleccionistas nacionales e internacionales, sin embargo adelantó que el próximo año regresará a las salas de Durango para mostrar tres años de gráfica bajo una técnica pulida que son resultado de los pinceles hecho por su mano.