Se acerca esa época del año una vez más donde las luces de colores iluminan las calles y los niños se mueven con impaciencia y emoción, esperando la llegada de Santa Claus.
Además de sentir la gran emoción de colocar el árbol y adornarlo en familia, y lo más curioso es que esta bella tradición tiene una historia detrás.
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Milenios antes de la llegada del cristianismo, los pueblos indoeuropeos celebraban el nacimiento del dios del Sol y la Fertilidad, Frey, adornando un árbol perenne en fechas próximas a la actual Navidad cristiana.
Este árbol simbolizaba al árbol del Universo. Con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron esa tradición transformando su significado para celebrar el nacimiento de Jesús.
Se cree que fue San Bonifacio, evangelizador de Alemania, quien pegó un vuelco a la tradición pagana del árbol y a su significado, al cortar con un hacha un árbol que representaba al Yggdrasil y plantar en su lugar plantó un pino, que, por ser perenne, simbolizó el amor de Dios.
Adornándolo con manzanas y velas pues las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo.
Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las velas se transformaron en esferas, luces, ángeles, lazos, piñas, campanas, tórtolas, guirnaldas y otros símbolos navideños.
Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, lo cual ha sido un momento de felicidad para cada niño, pues con entusiasmo escriben la carta a Santa Claus.
Para su decoración se emplea en la actualidad una gran diversidad de objetos y elementos, siendo los más tradicionales como;
La estrella que se coloca generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
También no olvidemos la esfera pues al parecer en un principio San Bonifacio adorno el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones.
Hoy en día, se acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
Por ultimo se colocan los lazos y las luces, siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
Las luces en un principio fueron velas, y estas representan la luz de Cristo.
El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso, de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna.
La forma triangular del árbol representa a la Santísima Trinidad.
Hoy en día esta linda tradición se vuelve a un más emocionante, pues te reúne con tus seres queridos y aunque algunos se adelantaron en el camino, mantiene la unión y la esperanza.