En los últimos años, la Academia Mexicana de la Lengua (AML), se ha dedicado a reconocer e impulsar la trayectoria de destacados estudiantes de la lengua, entre ellos se encuentran el escritor Élmer Mendoza, la investigadora Sara Poot- Herrera y el historiador José María Muriá, entre muchos otros.
Recientemente, en una sesión plenaria, se eligieron a tres nuevos miembros que se suman a la lista, se trata del poeta José de Jesús Sampedro (Zacatecas), del médico e intelectual Alfonso Pérez Romo (Aguascalientes) y del hispanista Robert A. Verdonk (Amberes, Bélgica).
Durante su asignación, el pleno destacó que José de Jesús Sampedro, recientemente galardonado con el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde, fue elegido por haber encaminado su quehacer literario hacia la promoción de la cultura, la docencia y la creación de talleres literarios.
En tanto, Alfonso Pérez Romo, Premio Aguascalientes (2018), subrayaron, que es un hombre polifacético, médico de profesión, en cuya obra se observa su dominio del español y calidad literaria. Fue propuesto por Mauricio Beuchot, Eduardo Matos Moctezuma, Javier Garciadiego y Silvia Molina.
Y de Robert A. Verdonk, doctor honoris causa por la UNAM, resaltaron que es un reconocido hispanista que ha estudiado el español del Siglo de Oro en contacto con el francés, el neerlandés y la lexicografía española. Ha destacado en la organización de las actividades del Centro de Estudios Mexicanos en Amberes, Bélgica.
Actualmente, el escritor Gonzalo Celorio, funge como director de la institución durante el periodo 2019 a 2023, y con motivo de la elección de los nuevos integrantes correspondientes de la academia, conversó con El Sol de México, para explicar qué implica la responsabilidad de estar al frente de la institución y la importancia de enriquecerla con nuevos intelectos.
“Estos académicos gozan de un gran prestigio en sus respectivas localidades, y por eso fueron designados, porque tienen una trayectoria en el quehacer literario, que hará más estrecha la vinculación con los demás miembros, además pueden trabajar de una forma más enriquecedora para las labores de la Academia y presentar las diferentes modalidades lingüísticas que existen en sus estados”, comentó Celorio, autor del libro Amor propio.
Es importante mencionar que la Academia ahora cuenta con 36 sillas para los miembros numeralios, es decir, los activos en la Ciudad de México y zona conurbada y 24 miembros correspondientes, que son los que residen en la República Mexicana y 18 en el extranjero.
Para Celorio, la lengua española ha permitido tener nuestra nacionalidad, a pesar de que es una lengua de conquista, “la lengua española ciertamente se impuso en la conquista en el siglo XVI, pero nos ha permitido integrar nuestra nacionalidad, es nuestro más rico patrimonio, alrededor de 480 millones de personas la tienen como lengua materna y otros 100 millones, la tienen como segunda lengua, es decir, que es una lengua materna de comunicación internacional con más hablantes”.
Sin embargo, creé que es una lengua que no es lo suficientemente valorada, sobre todo en nuestro país, ya que tenemos otras que realmente si son originarias de México, pero que aún así se están perdiendo, “el hecho de que el español se hable más que otras lenguas originarias, no quiere decir que sean menos importantes, al contrario deben ser impulsadas, promovidas y respetadas, para que este país sea considerado multibilingüe”.
Uno de su planes o estrategias al frente de la academia es seguir promoviendo a la lengua española con la segunda edición del Diccionario de mexicanismos, “ya hubo una primera edición en el 2010 y ahora estamos trabajando para que a finales de año podamos lanzar esta nueva versión que busca aquellas voces predominantes en México para que puedan ser compartidas con los hispanohablantes”.
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