El canto cardenche hoy más que nunca se escucha sentido y se clava en el alma, con la partida de don Fidel Elizalde García, quien aportó y difundió gran parte de su vida a ese conjunto de voces que está en peligro de desaparecer.
Al lado de Antonio Valles, Guadalupe Salazar y Genaro Chavarría surgió “Los Cardencheros de Sapioriz”, agrupación unida por la amistad y el gusto a la música ranchera, para luego convertirse en quienes preservarían el canto cardenche.
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Mediante sus redes sociales los Cardencheros dieron a conocer la triste noticia.
El cardenchero mayor al igual que el resto de las voces llevaron en alto el nombre de Durango y la región Laguna, pisaron escenarios a nivel nacional e internacional.
De oficio albañil y campesino don Fidel recibió en el año 2008 al Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Tradiciones Populares.
Pisó escenarios en festivales culturales en Nueva York, Washington y París, en los cuales su voz en ensamble con las demás dejaba en claro de dónde provenían: Sapioriz.
Entre sus más recientes presentaciones destaca la realizada en el Festival Internacional Cervantino (FIC) el año pasado, pues a pesar que había pasado por complicaciones en su salud, subió al escenario con gran ahínco al lado de don Guadalupe Salazar (voz de arrastre o marrana), doña Ofelia Elizalde (voz contralta), e Higinio Chavarria (apoyo de la voz fundamental).
A través de sus redes sociales Los Cardencheros realizan transmisiones con el fin que un mayor público conozca este canto que proviene de finales del siglo XIX y del cual se estima nació de los jornaleros de las haciendas del mismo Sapioriz y ejidos como Jimulco y La Flor de Jimulco, en Durango, y al no tener instrumentos los imitaban con la voz.
La memoria y canto de don Fidel ha quedado impresa en el documental “A morir en los desiertos” de la directora catalana Marta Ferrer, en las producciones discográficas e infinidad de entrevistas.
