Hay libros de poesía que están hechos de materia lírica y se leen como si fueran una novela, nos invocan un mundo nuevo. Al igual que hay historias de grandes aventuras que solo pueden llegar a contarse en versos, es el caso singular del libro "Antártida", cuyo autor es el poeta mexicano Fabián Espejel, una obra que según el joven escritor ya no es novedad, debido a que lleva consigo la estela de haber sido presentada en el año 2023 como el libro merecedor del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes.
El poemario encontró el cierre de su ciclo de lecturas inaugurales en la ciudad de Durango, el pasado 12 de octubre durante la programación oficial del Festival Revueltas 2024, una ocasión memorable que reunió a un público numeroso en el recinto del Museo de Arte Moderno Guillermo Ceniceros, precisamente el pintor duranguense de las grandes épicas y del movimiento de los cuerpos, de la memoria del paisaje.
La lectura de poemas estuvo precedida de la presentación del autor duranguense Miguel Ángel Ortiz, quien tuvo una atinada visión del artefacto poético que representa este sorprendente collage de nieve con poemas, donde los diarios de bitácora del expedicionario noruego Roald Amundsen se convierten en la evocación experimental de su viaje a la Antártida, "el punto más austral de la tierra" en fechas remotas como un mes de diciembre de 1911.
¿Es posible que un joven poeta haga de su primer libro un revival de tan lejano hito en la historia de la civilización? Fabián Espejel cuenta que inició la escritura del abordaje a los hielos planetarios en la ciudad de Los Mochis, quería ser poeta y realizó la investigación como un proceso creativo destinado a revivir los episodios del aventurero nórdico, porque "nunca nadie ha cruzado en invierno la Hardangervidda, la meseta donde empieza a crecer la espina dorsal de Escandinavia".
El poeta ahonda con su dedo índice en la llaga de recuerdos ajenos, en la casi imposible imaginación del témpano de frío y del blanco absoluto de los paisajes antárticos para una expedición mítica que como muchas otras historias de la ciencia y de los viajes humanos, apenas trascienden ya en la época del pixel y de la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, como ha sucedido muchas veces con la poesía, un libro puede revolver patas arriba las convenciones y reclamarse heredero de la imaginación en su lado más agudo y visionario, por eso este libro de Fabián Espejel revela la vocación renovada para la literatura en español de repensar el mundo y volver a la senda de las perplejidades y de los deslumbramientos esenciales.
Hay en el libro "Antártida" versos de indagación íntima, citas dispares y menciones múltiples, cuadernos de supervivencia, mantos acuíferos, partes meteorológicos, interrogaciones y campos de nieve y de hielo para la exploración imaginativa del lector, muy acorde con otros referentes literarios de América Latina que han marcado raíz y horizonte, como el libro "Último round" de Julio Cortázar, la miscelánea de sentidos y de intuiciones se articula como un arcoíris de posibilidades que hacen de la poesía un ejercicio del lenguaje capaz de empezar de cero.
Fabián Espejel acaba de ganar también el Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena, por su traducción de El cementerio marino de Paul Valéry, publicado en la colección El oro de los tigres, de la UANL, forma parte del equipo de redacción de El Periódico de Poesía de la UNAM, y su trayectoria despunta como una promesa real para las letras mexicanas.
Tras su estancia en Durango, ciudad de "los cuatro fantásticos", refiriéndose a los hermanos Revueltas, Fabián Espejel brindó una experiencia vital al público duranguense que se acercó a la actividad literaria del Festival Revueltas, demostró que la poesía sigue siendo necesaria, un libro puede redescubrir los colores, la idea del planeta, el modo de mirar, como en su libro donde es posible que nieve adentro.
