Alberto, mi relato es genial, no puedes dejarlo pasar, estoy segura de que te va a encantar. Soy enfermera del hospital San Jorge en Durango México, no quiero dar mi nombre, porque pueden correrme si cuento lo que está ocurriendo por acá. Llevo cinco años trabajando en este hospital, la paga no es mucha, pero siempre me ha gustado ver por los demás y creo que este trabajo es lo que siempre soñé. Bueno ya te lo voy a contar, espero que además de sacarlo en el periódico, lo puedas sacar en tu canal de YouTube y comentarlo.
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Cuando llegué me contaron que años atrás ocurrió algo horrible y macabro. Cuentan que había llegado un policía herido de bala, lo atendieron un buen rato y cuando las cosas ya estaban bajo control para pasarlo a recuperación, entraron otros hombres a dispararle hasta quitarle la vida, no es mentira porque si está documentado en internet, lo busqué en Google cuando recién entré a trabajar y aquí es donde viene lo paranormal de este relato.
Ya van varias ocasiones que me toca cubrir guardias nocturnas y cuando eso ocurre, preparo Netflix en mi celular, porque a veces las cosas están tranquilas y es imposible dormir. A principios de año, bajé el elevador, porque se quedaron unas cosas en un consultorio y cuando llegué al pasillo de la planta baja una luz cercana a la pequeña área destinada a la oración comenzó a parpadear, no le tomé importancia, pero cuando seguí caminando, escuché como si cargaran un arma y luego un grito proveniente de los quirófanos. Sentí la piel erizada y creí que a lo mejor algo había pasado en cirugía, lo malo es que ese día no había ninguna en proceso. Traté de no hacerle caso y me fui a mi área, para poner una película, para colmo me gusta el terror, recuerdo que puse actividad paranormal, me comí unos pingüinos y la verdad ya no pasó a mayores. Así pasaron los meses y ya no se había manifestado algo más hasta hace unos cuantos días.
Eran pasadas las doce de la noche y los primeros días de octubre ya se habían hecho presentes. Estaba cerca de un quirófano y ahí tenía instalado algo parecido a un camastro, solamente estaba hablando en WhatsApp con mi novio cuando vi que una sombra pasó de un quirófano a otro porque están casi juntos, pensé que era alguno de mis compañeros, pero solo se escuchaban murmullos en la recepción. Me puse de pie y caminé para ver si alguien se encontraba ahí, pero solamente estaba yo, luego un oxímetro se deslizó en una plancha hasta caerse en el suelo, quise gritar bien fuerte, pero me quedé ahí pasmada. No había nadie para descartar mi locura. La sombra volvió a pasar y comencé a sentir un frío horrible casi de invierno, saqué mi teléfono para grabar algo, pero ya no ocurrió nada más y me sentí tonta. Mi corazón se aceleró y salí hasta la recepción, sólo se encontraba un par de hombres en guardia por algún paciente. En la mañana le platiqué a una compañera que también le gusta mucho el terror y me dice que puede ser el comandante o la niña que jala el cabello en el elevador, cambiamos de tema y tratamos de verlo como algo normal.
Este es mi pequeño relato, espero no volver a ver nada de esto porque yo creo que ahora si me da diabetes. Te mando un abrazo Alberto y gracias por hacer mis noches más divertidas con tus relatos.
Tu relato es escalofriante, que valor tienes al verlo como algo divertido, deberías invitarme para hacer un programa de exploración nocturna. Te mando un saludo y agradezco tu participación. Amigos, no olviden mandar sus relatos a Instagram y mi correo, se los dejo por aquí.
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