Este 2023, se cumplen 20 años del espectáculo Calaqueando, cuyo estilo único llega a las plazas públicas de Durango para celebrar a la muerte con música, baile, color y sobre todo mucha diversión.
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Haber llegado a dos décadas no es casualidad, pues durante 300 días, 87 niñas, niños y adolescentes, se preparan arduamente para hacer del Día de Muertos una verdadera fiesta cultural y para ello lo hacen de una forma muy peculiar… a través de Calaqueando, un espectáculo que ha robado los corazones de quienes año tras año acuden para ser parte de un público que ya les es fiel.
Mediante una óptica que promueve el rescate al patrimonio cultural y las tradiciones de un pueblo que evoluciona sin dejar de lado sus raíces, la compañía de arte Korián pinta de colores neón la Plaza IV Centenario, cuando el reloj marca las 19:30 horas.
La directora de Korián Taller de Arte, Elia Torres Morales, recordó que Calaqueando nació debido a la inquietud de trabajar el teatro negro, con un cuadro artístico que crea la maestra Lupita Ayón, exdirectora del grupo juvenil de poesía coral, el cual era dedicado al Panteón de Oriente, específicamente a la fundación del Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, y que se presentó en la puesta en escena Kicham.
“Dijimos tenemos el vestuario, la luz, vamos a salir a la calle, para hacer un regalo para la ciudadanía”, así que llegadas las fechas del Día de Muertos, desde su sede, las instalaciones que albergan la escuela de arte Korián, ubicada en el tradicional Barrio de Analco, salieron para presentarse en las colonias de la ciudad, bajo el concepto de una breve temporada.
Con 20 calaquitas que brillaban no solo por las luces del escenario, sino por su talento en la danza, poesía y canto. El grupo fue creciendo hasta lo que son hoy en día, 87 artistas, los más pequeños de tan solo cuatro años de edad que tomaron la Plaza de Armas como escenario principal, luego de que sus organizadores se dieron cuenta de las dificultades que comprendía el traslado a las colonias, barrios y fraccionamientos dado la logística que conllevaba.
Una de las peculiaridades de Calaqueando es la oscuridad en la que debe estar el escenario, así que una vez que las luces del alumbrado público se apagan, la magia de las calaveras danzantes se enciende para sorprender a los asistentes.
Hace más de dos décadas la compañía Korián vino a darle alegría a la tradición del Día de Muertos, pues anteriormente en Durango apenas se instalaba un altar monumental en la Plaza de Armas.
Una vez que surgieron más espectáculos y actividades culturales, para incluir a dicha celebración durante la temporada, fue necesario trasladar Calaqueando a la Plaza IV Centenario, a fin de contar con un amplio espacio donde las personas pudieron apreciar el arte a través de una riqueza heredada por los antepasados.
Media hora antes de la cita pactada para los espectadores, las calacas salen del edificio Korián, “en procesión nos vamos hasta la plaza, es muy bonito porque a 20 años la gente ya nos identifica, no tenemos ni necesidad de parar el tráfico, pues la gente nos ubica y camina junto a nosotros”, dice una de sus creadoras.
La Catrina de Posada y Muerte Universal, son los personajes que llevan el curso de la historia contada a través de la mirada de Calaqueando, pues la esencia de un espectáculo didáctico es enseñar no a modo de competencia, sino de puesta en valor al patrimonio cultural del cual los duranguenses y mexicanos deben sentirse orgullosos.
¿Cómo se ha renovado Calaqueando?
Ha cambiado la perspectiva, pues cuando inició era la intención 100 por ciento de fortalecer la identidad mexicana y se decía en el guion. Ahorita desde una visión intercultural mostramos al público tradiciones que nos pueden ser tan ajenas como la celebración en Pomuch, pueblo mágico en Campeche, donde se desentierran los huesos de los difuntos y los limpian amorosamente, pero así como este ejemplo hay muchos más, por tanto falta mucho de Calaqueando.
¿Cuál es la particularidad de Durango que se refleja en el espectáculo?
Hace 25 ó 20 años no se ponían altares de muertos, era una tradición que estaba arraigada en el centro y sur del país, hoy la catrina es parte de la celebración de los duranguenses y que bueno, pues la celebración ha tomado fuerza para los duranguenses y Calaqueando contribuyó a ello. Antes la tradición era ir al panteón, lavado de tumba y amenizar con música norteña, eso se refleja en el espectáculo y se mezcla con historias, baile, mucho color y música.
¿Cómo celebrarán 20 años de trayectoria?
Por primera vez será con una única función, pero esperamos que sea muy especial pues se espera un evento masivo donde más de dos mil personas bailen, canten y se diviertan con Calaqueando.
Recordó que en la primera edición, las 20 calaquitas divirtieron a cerca de 800 personas y poco a poco se han ganado a los durangueños, “el año pasado por primera vez se presentaron en el teatro, debido a que los espacios públicos aun no abrían por la pandemia de la Covid-19 y asistieron dos mil espectadores en diversas funciones.
Este año la Catrina, la Muerte Universal y todas la calaquitas viajarán por el interior del estado, se presentarán el 30 de octubre en El Salto, Pueblo Nuevo; el 1 de noviembre, en San Juan del Río; y concluirán la gira el 3 de noviembre en Nombre de Dios.
Korián tiene su origen en el antiguo grupo de poesía coral de la Secretaría de Educación, fundado en 1976, el cual obtuvo importantes logros, participó en diferentes actividades del país entre los que destaca la reinauguración del Teatro Esperanza Iris, hoy Teatro de la ciudad de México, alternado con el Ballet Contemporáneo de Bellas Artes y la Orquesta Sinfónica de México. Fue fundado por Elia María Morelos Favela y a 47 años de haber surgido, Elia Torres, en conjunto con un grupo de maestros llevan las riendas del Taller de Arte
“Somos la segunda generación, quienes impartimos clases o son administrativos fuimos parte de Korián y claro de Calaqueando”.
¿Qué requisitos piden para pertenecer a la compañía?
Nuestra principal característica es que no hace casting, ya que cualquier persona puede pertenecer a Korián, solo se pide disciplina y constancia para aprender, aquí todos son bienvenidos y dentro de la pedagogía escénica de la compañía Calaqueando es la primera experiencia para los nuevos integrantes, pues la máscara y la luz negra da libertad en el escenario. Calaqueando se trata de disfrutar, reírse, de gozar la experiencia frente al público y la máscara da esa libertad.
Para los diferentes espectáculos que Korián monta, sus artistas asisten de lunes a jueves a los ensayos, “no tiene costo el ingreso a la compañía, ni cuota o renta de los vestuarios, esto gracias a la generosidad de la gente que compra un boleto en la temporadas de Kicham es que se puede tener el recurso para regalar estos espectáculos”, contó Elia Torres.
A tres años de cumplir 50 años, Korián tiene como objetivo preservar el amor a Durango como eje vital y el amor al arte, dentro de ello, Calaqueando tiene una perspectiva patrimonial y un ambiente festivo, “así que no se pierdan el espectáculo, es para toda la familia, se divertirán con las ocurrencias de la Catrina Posada y La Muerte Universal”.
Además de Durango, Calaqueando se ha presentado en festivales como el de las Calaveras, en Aguascalientes; Todos los Santos, en Colima; y también en Zacatecas, ha tenido invitaciones para salir fuera del país pero la pandemia fue un factor que los frenó dichos planes, esperan pronto lograr llevar este espectáculo más allá de México, para que más personas conozcan el maravilloso arte de las calaveras durangueñas.
