LONDRES. Lo que ocurre en el ficticio Gilead: un sistema donde las mujeres son sometidas y esclavizadas, es un escenario. que no debe existir en la vida real, advirtió Margaret Atwood al presentar su nueva novela, que mañana aparecerá en español. La escritora manifestó que desea que tanto la reciente The testaments, como la precuela, The handmaid's tale, "sean una distopia", como suele describirse en términos literarios, y jamás una realidad.
The testaments está ambientada 15 años después de los hechos que incumben a Offred, protagonista y narradora de la primera entrega, e intercala los puntos de vista de otras tres mujeres de la época.
Estas son la cruel tía Lydia del primer libro, que ofrece su perspectiva como parte del régimen; la hija de una notable familia de la clase dominante, que lo "cuenta desde dentro" y una joven de Canadá, que lo analiza "desde fuera", precisó Atwood.
La escritora reveló que se decidió a escribir esta historia, más de tres décadas después de la primera, porque se percató de que, en lugar de alejarse del universo de Gilead, el mundo "avanza hacia allá".
Pero no quería que esta segunda entrega fuera "una repetición" de lo ya narrado, o novelar la exitosa serie de TV. En The testaments, que empezó a concebir en 2015 e impulsó después de las elecciones estadounidenses de 2016, cuando resultó ganador Donald Trump, explora "el principio del fin" de Gilead.
En ese macabro lugar, sometido a una vigilancia feroz, las mujeres son subyugadas y separadas en distintas categorías, entre ellas las de criadas, como las Marthas, o siervas sexuales.
En la secuela, la escritora quiso examinar "qué hace que caigan" ese tipo de regímenes opresores, que "tienden a no durar mucho", y "cómo debe ser para las segundas generaciones, las que no han experimentado otra cosa pero que no participaron en el baño de sangre" inicial, afirmó.