Por décadas, los duranguenses sostienen que el puente que existe en la población ubicado en Navacoyán, a unos 8 kilómetros de la ciudad de Durango, fue construido por el Diablo en tan solo una noche.
Su aterradora historia comienza cuando el gobernador Municipal mandó a levantar un puente por encima del rio.
Debido a que todo aquel que cruzaba, arriesgaba su vida y casi siempre encontraban su muerte, sobre todo en épocas de lluvia donde la comunicación y el comercio se perdían.