Cuentan las leyendas que en el Cerro de Mercado en Durango, se encuentra una cueva, la cual solo se abre por unos minutos a media noche, de ella sale un gran toro negro con cuernos de oro a custodiar la entrada.
Un hombre llamado Martin Hernández aseguró haber vivido la espeluznante experiencia de torear a dicho animal. Y esto es lo que cuenta.
Cuando caía la noche Martin caminaba tranquilamente cerca del cerro cuando comenzó a escuchar ruidos. Al acercarse observó una silueta muy grande, Martin decidió entrar y no pensó lo que se encontraría en ese lugar.