Ramón Ayala el rey del acordeón hizo bailar a Durango

Ramón Ayala hizo honor al nombre de su gira, “Para siempre el rey tour”, con un recinto a reventar, ofreció una noche inigualable en la FENADU.

Belem Hernández | El Sol de Durango

  · miércoles 20 de julio de 2022

Ramón Ayala el rey del acordeón hizo bailar a Durango / Foto: Cortesía | FENADU

El reloj marcaba las 21:00 horas cuando el bien llamado “Rey del acordeón” apareció en la enorme pantalla del escenario en el que comenzó a proyectarse un corto vídeo que ofrecía un recorrido por la vida y trayectoria artística de la estrella de la noche, Ramón Ayala, con lo que los cientos de asistentes se pusieron en ambiente.

En seguida se hizo la luz y en medio de un monumental aplauso se abrió paso el ídolo corpulento de bigotes recios quien, a lado de sus Bravos del norte, encendió la noche al ritmo de “El tiempo pasa”.

Con más de cincuenta años de trayectoria a cuestas el artista continuó levantando el ánimo con la interpretación de a decir del maestro de ceremonias, un himno de 1980 “Tragos de amargo licor” continuaron con “Un puño de tierra”y “Baraja de oro”, temas clásicos de su repertorio que no pueden faltar en sus bailes y conciertos.

Tras interpretar "Mi tesoro", "Del otro lado del portón" y "Pero ya no puedo más", los músicos que lucieron un vestuario uniforme azul oscuro y sacos a juego con diseños en lentejuela oro y azul, cantaron la canción "Chaparra de mi amor” en la que participaron los presentes, algunos bailando y todos cantando a una sola voz.

Los saludos y las felicitaciones no se hicieron esperar y mientras el ánimo se acrecentaba, el programa del recuerdo continuó con “Alma enamorada". Luego todos se pararon de nuevo a bailar con la cumbia "La vecina me puso el dedo".

El programa siguió con temas solicitados por el público presente como "Tu traición" y el corrido "Federal de caminos". Completaron el set "Las casas de madera", "No porque seas tú" y "Un rinconcito en el cielo".

Para cerrar con broche de oro su presentación y acompañados de las voces de los miles de asistentes, Ramón Ayala y sus Bravos del norte cantaron "Qué casualidad" y un popurrí de los temas “Mi golondrina”, “Vestida de color de rosa” y “A mí que me lleve el diablo”, luego de lo cual se despidieron con la promesa de encontrarse con su público duranguense en otra oportunidad.

Sin embargo, el público no los dejó irse y al grito de “Otra, otra”, los músicos respondieron con la interpretación de “Besos y caricias” después de la cual finalmente el rey, abandonó el escenario.