El mundo del cosplay en Durango ha ganado cada vez más relevancia en los últimos años, y parte de este crecimiento se debe a personas como Ruby Viridiana Molina Escalante. Con apenas 19 años, Ruby, conocida en redes sociales como Ruby_CosplayDgo, ha emergido como una entusiasta y talentosa cosplayer, orgullosa de sus raíces duranguenses, destacando por sus caracterizaciones y su pasión por el arte de interpretar personajes de series, películas y videojuegos.
- Te puede interesar: La musa Mika: Talento y pasión duranguense en el mundo del cosplay
En entrevista para El Sol de Durango, nos habló sobre su camino en el cosplay, sus experiencias en la comunidad y lo que significa para ella este creativo universo. Caracterizada como Kitagawa Marin, un personaje del anime My Dress-Up Darling —con quien muchos cosplayers pueden identificarse debido a su amor por el cosplay dentro de la serie—, Ruby nos abrió una ventana a su vida y su evolución como cosplayer.
Desde temprana edad, Ruby sintió curiosidad por el mundo del cosplay gracias a una experiencia que tuvo en la Fenadu, cuando su papá la llevó a ver una presentación de cosplayers. "Para mí, fue otro mundo totalmente. Esa pequeña semilla de curiosidad nunca desapareció", comenta Ruby, recordando cómo ese evento encendió la chispa que la llevaría a formar parte de esta comunidad años después.
Aunque no comenzó a hacer cosplay inmediatamente, fue gracias al apoyo de su abuela que pudo realizar su primer cosplay. Estaba atravesando un momento difícil emocionalmente y, a pesar de no sentirse preparada, su abuela la animó a vestirse como "Raven" de Los Jóvenes Titanes. Ese fue el personaje con el que Ruby dio sus primeros pasos en el cosplay, identificándose con la personalidad reservada y fuerte de Raven.
La reacción de su familia fue alentadora desde el principio. Su padre, emocionado, tomaba fotos de sus trajes, mientras que su madre incluso bromeaba pidiéndole prestado algún cosplay. Este apoyo familiar fue fundamental para Ruby, y le permitió desarrollarse en un entorno positivo mientras exploraba su creatividad.
Para Ruby, quienes siguen su trabajo no son solo seguidores o fans, sino amigos que ha conocido a lo largo del camino. “Es increíble cómo, al subir una foto o un video, te das cuenta de que tantas personas te localizan y reconocen. Una vez, iba por la calle y alguien me dijo: ‘Oye, tú eres Ruby Cosplay’”. Fue un momento muy especial, porque no los ve como seguidores, sino como amigos a distancia. "Tener a personas que te apoyan desde diferentes lugares es una de las cosas más bonitas que me ha dado el cosplay".
Hablando de la escena cosplay en Durango, Ruby la describe como una comunidad unida, aunque no exenta de complejidades, comparándola con una familia: "Tiene sus zonas oscuras y de luz, pero al final del día, siempre estamos ahí para quienes lo necesiten", explica. A pesar de ciertos retos, Ruby resalta lo cálido del ambiente y la camaradería entre los cosplayers de la región.
También destaca la importancia de la colaboración entre cosplayers, mencionando cómo estas amistades y trabajos conjuntos le han ayudado a crecer como persona y a sentirse más segura en su arte. "Al inicio no conoces a nadie, pero poco a poco vas creando amistades, dentro y fuera de los eventos", comenta.
Ruby considera que la comunidad cosplay en Durango necesita más visibilidad y aceptación. Aún persisten estigmas alrededor del cosplay, como la idea de que es algo "raro" o que solo ciertos tipos de personas pueden hacerlo. Para Ruby, lo importante es eliminar esos prejuicios y mostrar que el cosplay es una forma de expresión válida y divertida para todos, independientemente de la apariencia o el físico.
El cosplay ha tenido un impacto profundo en la vida de Ruby, transformándose en un pilar fundamental para su salud mental y bienestar emocional. Desde pequeña, se enfrentó a inseguridades, en parte por ser fan del anime y otros intereses que no siempre eran comprendidos o aceptados socialmente. Sin embargo, el cosplay le brindó una forma de canalizar esas emociones, ayudándola a sentirse más segura de sí misma y a lidiar con los desafíos personales.
“Me ayudó mucho a salir de la depresión”, comenta Ruby. “El sentirme con la misma seguridad que los personajes a los que interpreto, el poder transformarme en alguien fuerte y valiente, me dio la confianza que necesitaba para sentirme cómoda conmigo misma". A través del cosplay, Ruby descubrió que la ropa, el maquillaje y los personajes son una forma de arte, y eso le permitió expresarse de maneras que antes no imaginaba.
Una de las experiencias más significativas en la vida de Ruby fue su participación en un concurso de cosplay en la ACME, una convención de anime que se celebra año con año en Durango. Con su cosplay de Raven, mejorado y perfeccionado, Ruby decidió participar por primera vez en una competencia. Aunque estaba nerviosa y sin mucha experiencia, se dejó llevar por los consejos de un amigo que le acompañaba y su confianza en el personaje que había creado. Para su sorpresa, su nombre fue anunciado como la ganadora del concurso.
“Recuerdo perfectamente ese momento”, relata Ruby con una sonrisa. “Escuché mi nombre y no lo podía creer. mi amigo me dijo ‘¡eres tú!’, y yo no lo procesaba". Fue muy especial para ella, ya que no solo ganó el concurso, sino que, al llegar a casa, su abuela —quien la apoyó en sus primeros pasos como cosplayer— le dijo: “Si haces lo que te gusta y puedes sacar provecho de ello, no estás trabajando, estás construyendo tu vida". Estas palabras se quedaron con Ruby, y desde entonces no ha parado de construir su propio camino en el cosplay.
Mirada hacia el futuro
Mirando hacia el futuro, Ruby está emocionada por las colaboraciones que tiene planeadas con otras chicas cosplayers, resaltando lo importante que es el apoyo mutuo entre compañeras. En cuanto a proyectos, también menciona que siempre busca mejorar sus trajes y técnicas, aunque por ahora prefiere adquirirlos y luego personalizarlos, viéndolos como un "lienzo en blanco" que puede adaptar a su estilo.
Cuando se le pide un consejo para quienes están empezando en el mundo del cosplay, Ruby es clara: "Si quieres hacer cosplay, hazlo. El primer paso es el más difícil, pero si ya lo diste, lo demás es seguir caminando". Para ella, el cosplay es para todos, sin importar la edad, el género o el físico.
Ruby continúa construyendo su propio camino en el mundo del cosplay, perfeccionando su estilo y ampliando su impacto dentro de la comunidad. Con cada traje que crea, no solo expresa su pasión por los personajes que interpreta, sino que también inspira a otros a unirse a este arte y a encontrar su propia voz en un entorno que, aunque retador, está lleno de posibilidades para quienes, como ella, creen en el poder de la creatividad y la autoconfianza.