El teatro siempre ha estado peleado con las cámaras. Todos reniegan de ellas. Hay incluso quienes dicen que la cámara limita al actor, que no lo deja expresar sus emociones. Las cámaras en el teatro casi nunca son bienvenidas, a menos que sea para registrar la obra y luego encapsularla en un archivo.
Pero la pandemia ha acabado con la forma tradicional de hacer teatro. Al menos temporalmente hasta que el virus sea domado.
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El paraíso de la invención, la obra que protagonizan Marina de Tavira y Alfonso Herrera, conduce invariablemente a la siguiente pregunta: ¿Qué estamos viendo: cine o teatro?
La misma directora de la puesta en escena, Lorena Maza, admite que hubo un punto en el que se hizo esa pregunta. Su mayor reto, dice, fue alcanzar el histrionismo clásico del teatro a través de una cámara. Algo que logró gracias a un coctel atípico: Alfonso es un hombre de cine y televisión; Marina, una mujer de teatro.
“Yo estoy acostumbrada a las tablas del teatro, a que mi voz llegara hasta el último espectador del foro, pero entonces nos encontramos con que teníamos micrófonos y había que modular la voz, con que había cámaras y había que manejar distinto las emociones”, cuenta Marina sobre la experiencia de trabajar en un teatro vacío debido a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, dice, ella intentó que su expresividad fuera completamente teatral. “De verdad lo intenté, yo busqué una actuación que no fuera tan contenida como sucede en el cine, sí me importaba mucho que se sintiera teatral y eso fue muy difícil. No sé si lo conseguimos. Porque sí debo decir que las escenas nunca se cortaron, no las hicimos por pedacitos, las hicimos como un solo plano secuencia: eso es el teatro”.
El paraíso de la invención se transmitirá vía online hoy a las 8:30 pm, el sábado a las 8:00 pm y el domingo a las 6:00 pm. Todo a través de la plataforma Teatrix, la cual permite ver una obra de teatro con calidad casi cinematográfica.
Para lograr una experiencia más completa, la directora Lorena Maza no sólo usó el escenario, sino todos los espacios del teatro. De esta manera, dice, el espectador no sentirá que está viendo una "obra grabada", sino una historia narrada audiovisualmente de manera orgánica.
El paraíso de la invención cuenta la historia de un famoso escritor que regresa a casa después de una etapa de fama y reconocimiento. Al llegar a su hogar, descubre que las cosas no son como esperaba: su esposa está al borde de la locura y su hija desamparada, en espera de quién de sus padres se hará cargo de ella. De cierto modo, la historia retoma y reinterpreta el mito de Medea.
"Si queremos una tragedia, una auténtica tragedia, no hay como contarla desde la historia de una familia. Las mejores tragedias se dan en familia. Y eso lo sabe bien Isabela Coppel, la dramaturga de esta obra, quien en todo momento recurre a los griegos para explicar la complejidad de la naturaleza humana", asegura Maza.