Enriqueta Ochoa escribió en su poemaMarianne: "Qué bueno que naciste con la cabeza en su sitio, que nose te achica la palabra en el miedo", y es precisamente así, sinmiedo, como dos poetas mexicanas escriben para existir en esteMéxico tan violento contra la mujer. No solo comparten su origenoaxaqueño, sino también sus ganas de alzar la voz. Una usa lanaturaleza para rescatar la cultura zapoteca, mientras que la otranos interna a un mundo repleto de caos y violencia que al final seconvierte en belleza. Al platicar con Irma Pineda y Clyo Mendozanos dimos cuenta de una cosa: la diversidad reina en la poesía enel marco del Día Internacional de la Mujer.
Para Clyo Mendoza, la voz femenina es importante, pues aunquesea dolida y violentada va cargada con mucha fuerza, se trataentonces de una naturaleza "uterina" que se asemeja al grito delparto, y que a su vez, es incluyente, "trátese el tema que setrate, sea aquí o sea en Japón, no importa si la escritora estáa favor de ser madre o no, de si decide ser promiscua o unasolitaria, de si la mujer que escribe tiene empatía con la idea deser o sentirse más masculina que femenina, o de si es un hombreque ha decidido asumirse una mujer". Mientras que para Irma Pineda,la poesía es un arma que debe ser encausada, "me parece que esnecesario que las mujeres tomemos la palabra y alcemos la voz,ahora más que nunca, porque hay muchas situaciones que nos afectande manera terrible, como los feminicidios y muchas condiciones dedesigualdad entre las mujeres indígenas, como la falta de acceso ala educación, a mejores oportunidades laborales, a una vidadigna".
La motivación de Irma inició desde casa, con una figura muyfamiliar, "pienso en mujeres como mi madre, Cándida, es la mujerque más admiro, porque desde joven se enfrentó a un mundo que lahacía sentir que ella y su lengua no tenían cabida por ser mujer,sin embargo, ella se esforzó mucho y logró ser una profesora quees respetada y admirada en su comunidad, no solo por su trabajodocente, sino por ser una luchadora y gestora social", por ello,para la poeta es importante hablar en diidxazá (zapoteco) y darlevoz a su cultura y a las otras 67 que han sido minimizadas yviolentadas durante tantos años. Ambas poetas mantienen una fuerteimagen de la mujer desde su oficio creativo.