En definitiva los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han sido la plataforma ideal para que los deportistas rompan estereotipos y estigmas en diferentes ámbitos y disciplinas ante el mundo entero.
Como fue el caso de las gimnastas alemanas, quienes en protesta contra la sexualización de las deportistas durante las pruebas de clasificación realizadas el pasado domingo, vistieron trajes de cuerpo entero, reivindicando la necesidad de sentirse cómodas al practicar su deporte.
Asimismo, con el paso de los años los deportistas tatuados han dejado de ser señalados y demuestran que su disciplina y preparación, son los elementos que realmente los representan en esta justa mundial. Sin embargo, Japón es una de las naciones en las que aún se consideran un tabú, así que el hecho de que los atletas de alto rendimiento porten tatuajes en su cuerpo ha generado un impacto positivo en la sociedad japonesa.
En Japón los tatuajes cuentan con una larga historia, actualmente tienen una connotación negativa, de ahí que el estigma que persiste en pleno 2021.
De igual forma, la burbuja en las olimpiadas por la pandemia, ha mantenido alejados a deportistas de los habitantes japoneses, por lo que no ha impedido algún tipo de discriminación en el país donde los tatuajes suelen estar prohibidos en playas, gimnasios, piscinas o restaurantes, lo que no sucede dentro del cerco.
Tatuajes en Japón
Desde la época de Joumon (1450-300 a.C.) ya existían los tatuajes en Japón, pero en ese tiempo tenían un significado relacionado con la religión.
Fue en la época Nara (710-194), cuando en el país las autoridades comenzaron a tatuar a las personas que cometían crímenes, principalmente en la frente y los brazos para que se distinguieran de las demás personas. Pero en 1872 terminó este castigo, sin embargo, el estigma perduró a la actualidad.
Es por ello que en algunos japoneses aún está muy arraigado el estigma de los tatuajes ya que estos son asociados a los Yakuza, mafia japonesa.
Pero con los juegos olímpicos los tatuajes han tenido bastante visibilidad en el país, con atletas mundiales que portan en su piel los aros olímpicos, las banderas de sus países, animales, fechas, rostros, calaveras entre otros.