El sábado 2 de diciembre de 1933, el pedalista duranguense Bibiano González Tinoco vio por primera vez los rayos del sol, fecha que sin duda alguna hay que subrayar y remarcar, pues nació uno de los mejores deportistas que nos ha regalado Durango.
En El Sol de Durango hacemos un paréntesis en la historia para compartir con don Bibiano sus momentos de gloria, su carrera, sus grandes logros, momentos amargos y sobre todo, la historia de un grande del deporte duranguense, por muchos considerado, el mejor pedalista nacido en la tierra del cine.
Fue en la década de los 40´s que comenzaba la carrera de un grande, al lado de su amada bicicleta, a la que le llamaba Saeta, esa que lo acompaño en las competencias más importantes del país y del continente, misma que apareció encabezando las páginas de periódicos nacionales como el ESTO, pero que hoy, con una entrevista engalana las páginas de El Sol de Durango.
¿Cuáles son los inicios de Bibiano González en el deporte?
Yo empecé con el box primero, pero solo fue un tiempo nada más, después me dedique al ciclismo y ahí me inicie a los 15 años, prácticamente, toda una vida en el ciclismo y me retiro un infarto que tuve, pero gracias a Dios volví y sigo, todavía ahí tengo mi bicicleta y me aviento 25 minutos pedaleando diario.
El protagonistas de esta entrevista tuvo la oportunidad de ser parte de la Selección Nacional de Ciclismo, portando el suéter azteca en grandes competencias internacionales como lo son Juegos Panamericanos y Centroamericanos, sin olvidar que en el contexto nacional, lo ganó todo.
“Modesto” Bibiano, como se le conocía por ese don de amigo, de buena persona y de amabilidad que le caracteriza, recuerda a grandes compañeros con los que compartió pista, compañeros de equipos y en ocasiones rivales.
A la mente se vienen varios compañeros pedalistas, en el país hubo varios, Mauricio Mata, Felipe Liñán, ellos de San Luis Potosí y de México estaba Pancho Lozano, que fue el que anduvo corriendo conmigo en los Panamericanos y de Jalisco, el “Zapopan” y Rafael Vaca.
¿Cómo se pagó la carrera de Bibiano González?
"Con mi trabajo, yo corría y trabajaba, porque o trabajaba o no había competencias, hasta últimamente fue Ismael Hernández Deras quien me dio una beca y todo, también Herrera Caldera me respaldaba, pero Aispuro Torres me la quito, ya no me reconoció y ya no me dieron mi beca".
Su esposa Doña Beatriz Amparo Cisneros de González
¿Fue un pilar importante en su carrera?
"Toda la vida, desde que me inicie hasta ahora me sigue apoyando, a las carreras siempre asistía, era muy aficionada también porque sabía de ciclismo".
Recuerda con mucho cariño que su bicicleta “Saeta” se la obsequio el coronel José García Valseca, la misma aún existe, la guarda bajo llave y sobre todo, la lleva con mucho cariño en su corazón.
Para despedirse, don Bibiano, al lado del molino que maneja junto a la señora Beatriz, envió un mensaje a la sociedad duranguense y los invitó a sumarse a la causa del respeto al ciclista, pues indicó que es preocupante el exceso de accidentes que se registran en la ciudad y en donde los pedalistas son víctimas de estos hechos.