Prepara 37 kilos de tamales diariamente, de los cuales no queda ni un solo tamalito, todos se venden, y ahora el boxeador duranguense Jesús Eduardo Rodríguez “El Tamalito” le hace honor a ese gran oficio sobre el cuadrilátero.
En un gimnasio le empezaron a decir tamalito porque vende tamales y la gente en Durango así lo identificaba, ya cuando llegó el momento de debutar, él mismo fue el que dijo que quería ese sobrenombre.
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“Tiene un significado especial, mi madre lleva 32 años trabajando en los tamales, es un buen gesto para aplaudir lo que ha hecho por nosotros”, aseveró el boxeador de tan solo 18 años.
Odilia Martínez, la madre del “Tamalito” todo el día se encuentra trabajando en la elaboración de tamales, una vez que ya están hechos, los vende en la zona centro, principalmente en las calles de Pino Suárez e Isauro Venzor.
"Es un oficio difícil, físicamente muy cansado, mi madre levantó la casa que tenemos, todo nos ha dado mi madre, no podemos quejarnos", dijo Jesús Eduardo.
Los que más se venden son los de dulce y luego los de rojo, su venta inicia en la colonia José Martí y termina en la Francisco Zarco, ya tiene sus clientes frecuentes.
Los tamales es uno de los platillos preferidos por los mexicanos, su sabor hace que sean únicos, pero sobre todo que la gente coma más de uno.
El pugilisto dijo: el tendero no agarra nada de la tienda, en la dieta no van incluidos, incluso ya me acostumbré a no comer, la dieta de un boxeador es estricta.
Peleas difíciles
Su primer combate en el profesional fue el año pasado, en una función que organizó Moisés Aguilar denominada Truenos y Relámpagos, obteniendo su primera victoria, “emocionado porque estamos en nuestra casa y nuestra gente, nada como el público duranguense que no es por nada pero es de los mejores”.
Asimismo aseveró que a los duranguenses les tocan difíciles las peleas, como no hay muchas funciones, se tienen que ir regularmente a otro lado a pelear.
“Charol” Enríquez es su entrenador, alguien a quien estima mucho y que incluso el gimnasio en donde entrena le queda al otro lado de la ciudad, pero es con quien tiene el apoyo no solo deportivo, sino también mentalmente y emocionalmente.
“Cuando estamos en preparación son dos tipos de entrenamiento, el primero es el técnico, el táctico, después acondicionamiento físico”, aclaró.
Para el “Tamalito”, su ídolo en el boxeo es el “Maestrito” López.