El púgil estadounidense Floyd Mayweather Jr. y el peleador de artes marciales mixtas, el irlandés Conor McGregor, calentaron hoy el ambiente de la pelea del próximo sábado después que protagonizaran un nuevo espectáculo de insultos al llegar a Las Vegas, Nevada, donde tendrá lugar el combate.
Nada nuevo entre ambos de cara a la promoción de un evento rechazado al completo por el mundo del deporte del boxeo, pero con el que los organizadores esperan conseguir marcas en cuanto a los beneficios económicos que pueda dejarles al igual que a toda la ciudad de Las Vegas.
Sin que haya nada deportivo en juego, la llegada de ambos peleadores no generó ningún tipo de interés entre los seguidores que estuvieron presentes a su llegada a la Toshiba Plaza, que se encuentra a las afueras del T-Mobile Arena, escenario del combate.
Pero no importó la asistencia para que McGregor llegase dando gritos, se enfrentase con el excampeón de boxeo Paulie Malignaggi, uno de los sparrings que comenzó trabajando con él y luego lo abandonó por la manera como trabajaba y la utilización de fotos preparadas de cara a vender una imagen de púgil que no tiene.
Conor reiteró que le va a dar una lección a Mayweather Jr., que tendrá el apoyo de los irlandeses, los organizadores hablan de la presencia de entre ocho mil y 10 mil el día de la pelea, al igual que los seguidores de la artes marciales mixtas (UFC), que serán más que los amantes al deporte del boxeo.
Antes de tener el pesaje el viernes, la consigna de ambos protagonistas es que la pelea que para verla por televisión costará 100 dólares no llegará a los 12 asaltos programados porque habrá un nocáut “garantizado”.
La única diferencia es que mientras para McGregor el combate no pasará del primer asalto, para Mayweather Jr, que reiteró llegaba perfecto con su boxeo, no se escuchará lo que hayan puntuado los tres jueces seleccionados para la pelea y que serán Burt Clemens, Dave Moretti y Guido Cavalieri.
McGregor, que se mostró contento con la designación del árbitro Robert Byrd para que trabaje la pelea, argumentó de nuevo que con los guantes de ocho onzas que fueron aprobados va a destrozar a su rival.
Mientras el resto de los profesionales que van a participar en la velada también se encuentran en Las Vegas, incluido el costarricense Francisco Fonseca que se va a enfrentar al campeón del peso superpluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el estadounidense Gervonta Davis.
También sigue sin parar el mundo de las apuestas que aunque se mantiene favorable a Mayweather Jr el dinero también está siendo colocado del lado de McGregor, que de ganar podría generar grandes perdidas a las casas de apuestas.
Se habla que habrá un récord de dinero con 70 millones en apuestas que controla el Estado de Nevada, sin contar con las que se dan de manera ilegal.
- El precio en el peso de una pelea histórica -
En cuanto a la venta de entradas todavía sigue habiendo cerca de dos mil, pero lo organizadores consideran que al final habrá otro récord de dinero ingresado por el taquillaje que superase a los 60 millones de dólares que dejó el duelo entre Mayweather Jr y el filipino Manny Pacquiao en 2015.
Sin embargo, el precio promedio de las entradas para ver el combate, que en la compañía Web StubHub es de 3 mil 574 dólares, no superará a los 4 mil 456 dólares, el valor que tuvieron las del combate entre Mayweather Jr y Pacquiao.
En cuanto al precio de los hoteles de Las Vegas por la estancia de los tres días de fin de semana pasó de valer un promedio de 133 dólares a 233, un incremento del 75 por ciento.
Aunque serán sólo los hoteles MGM y el Bellagio, los únicos que podrán mostrar la pelea encircuito cerrado y el precio para las entradas generales estarán entre los 150 y 290 dólares por persona, con derecho a barra libre para que puedan tomar todas las bebidas que deseen.
Mientras que la lista de celebridades que se espera para la pelea del sábado incluye a Drake, Jamie Foxx, LeBron James, Denzel Washington, Angelina Jolie, Charlize Theron y muchos otros que volarán hacia Las Vegas de forma privada para darle color a una pelea que para el mundo de boxeo se trata de un “gran circo”.