Ironías de la vida. Dinero llama dinero, reza el refrán, y justo hoy se aplica en el caso de la Selección Mexicana de futbol, que se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. A siete años del mérito y después de casi tres meses con las becas “congeladas”, el beneficio ha vuelto a los bolsillos de quienes conquistaron uno de los méritos más recordados en la historia del balompié nacional, con todo y que la mayoría de 18 jugadores de aquel representativo perciben generosos salarios, como profesionales del millonario deporte de las patadas.
Jorge Enríquez no bromeó. Meses atrás, sorprendido porque súbitamente le suspendieron la referida remuneración, el “Chatón” externó, a manera de queja, a través de Twitter: “Chale, ya nos quitaron la pensión deportiva. Ahora sí, a empeñar la medalla”, redactó el futbolista.
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“No fue broma”, precisa ahora Daniel Aceves, presidente de la Asociación de Medallistas Olímpicos. “Lo que sucedió es que hubo un retraso de dos meses, fue eso”, explica en entrevista con ESTO.
Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade, apareció a tiempo para aclarar lo sucedido: “No hay problema en ese tema, las becas vitalicias siguen”, anunció con antelación. Y sí, justo ahora, varias semanas después, y una vez reveladas las cifras de las becas correspondientes a los meses de abril, mayo y junio, efectivamente todo está en orden. Los 18 futbolistas que vencieron a Brasil, en la final, recibieron su gratificación, con todo y que jugadores como Raúl Jiménez, por citar al más costoso, tiene un valor en el mercado de 748 millones de pesos.
Aceves confirma los pagos: “Desde hace 14 años se determinó un estímulo vitalicio a los medallistas olímpicos y paralímpicos, el cual consiste en 13 mil 500 para los de oro, 11 mil 500 para los de plata y 10 mil para los que ganen bronce”, detalla. La remuneración para muchos medallistas es “el ingreso más importante que tienen algunos”, agrega el medallista de plata en lucha grecorromana, en Los Ángeles 1984.
En el caso de los futbolistas “muchos de ellos han continuado sus carreras con éxito; posiblemente el ingreso por la medalla no repercuta tanto, como en otros deportes, pero a través de los años se les ha dado lo que les corresponde. Es un acuerdo igualitario, ellos lo reciben desde 2012”, comparte el presidente de los medallistas.
La única manera de que la beca sea retirada es “si el beneficiario fallece; si eso llega a suceder, la beca no se le traspasa a ningún familiar, es personal”, precisa Daniel.
Contrario a lo que sucede con los futbolistas, Luis Fernando Tena, técnico de ese representativo, no es de los beneficiados.