Sus lágrimas en los ojos, un rostro conmovedor y las emociones no fue lo único que la judoca Prisca Awiti regaló a México durante los Juegos Olímpicos París 2024. La mexicana logró sumar la segunda medalla para la delegación tricolor tras caer en la final ante la eslovena Leski Andreja y llevarse la plata en la categoría de los -63 kilogramos.
Awiti superó a todos los fantasmas e hizo que México soñara, ya que a pesar de que no regresó con el oro, la realidad es que el país está orgulloso, ya que la judoca pasó de quedar fuera en la primera ronda durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 a subirse al podio en tan solo tres años.
El camino para nada fue sencillo, pero Prisca jamás se achicó, ya que demostró todo el temple con el que cuenta para deshacerse en dieciseisavos de la integrante del equipo de refugiados, Niagara Shaheen.
Luego, eliminó en octavos a la polaca Angelika Szymanska y en cuartos de final superó a la austriaca Ljubljana Piovesana para instalarse en la pelea por las medallas.
Tras dejar fuera a Katalina Kristo, la mexicana encaró a la eslovena Leski Andreja. Aunque no logró derrotarla, Prisca Awiti tuvo la actuación más espectacular en la historia en la disciplina.
La mexicana fue sometida 10 segundos por la eslovena y eso significó Ippon, la máxima puntuación que se puede obtener en un combate), y se quedó con la plata.
La judoca Prisca Awiti, de padre keniata y madre mexicana pero nacida en Londres, decidió representar a México porque dicho en sus propias palabras:
De donde vengo te ven como un número. Aquí sentí un fuego en el corazón de que queremos mejorar
Prisca le atribuye a su madre la elección de representar a México. Desde los seis años visitaba Guanajuato -lugar de origen de su madre- y los tacos de chorizo eran su comida favorita.
La comida jugó un rol fundamental, pues incluso dejó de tomar el té tradicional de Londres porque le provocaba problemas de estómago.
Además, su segundo nombre es Guadalupe. Ella dice que es su “second name”.
La familia de Prisca Awiti estuvo ahí en París para apoyarla, aunque no ingresaron a la arena porque no compraron boletos.
“Yo realmente estoy muy feliz aquí, no quería estar allá adentro porque me hubiera dado un ataque al corazón“, dijo la madre de la atleta, Lola Alcaraz, previo a la competencia por la medalla.
“(No entré) Porque uno es desorganizado, estábamos felices de que estuviera. Nosotros sí esperábamos, pero a lo mejor no tanto, pero Prisca ha estado muy enfocada, ella sí sabía”, agregó.
La señora Lola Alcaraz ya ansiaba ver a su hija Prisca Awiti tras ganar la medalla de plata en judo en los Juegos Olímpicos París 2024: "Aquí la vamos a esperar y vamos a esperar para abrazarla y llorar juntas“.
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