La afición se le entregó a Generales

La Tropa desfiló por Av. 20 de Noviembre; mañana inicia temporada ante Toros Tijuana

Julio Rodríguez

  · miércoles 3 de abril de 2019

Los jugadores desfilaron en un camión descapotable.

En una tarde realmente emotiva y con tintes mágicos, en la que el apoyo de la afición se hizo presente, Generales de Durango realizó ayer tarde-noche su desfile y la misa de bendición, de cara a la temporada 2019 de la Liga Mexicana de Beisbol, y con ello decirles estamos listos para iniciar la Temporada dentro del beisbol profesional.

La novena de Generales abre la campaña mañana viernes en Tijuana, para regresar el martes 9 a casa, en donde va a recibir a Sultanes de Monterrey, con dos series ante los mejores equipos de la Liga Mexicana de Beisbol.

Ya dentro del magno desfile, al que acudieron patrocinadores, diversas organizaciones, enfocadas al motociclismo, beisbol infantil y femenil, autos 4x4 y charrería, inició en punto de las 18:30 horas, en la avenida Heroico Colegio Militar, para luego doblar por la 20 de Noviembre, en recorrido en el que la afición duranguense prácticamente se volcó a las calles pata vitorear a su equipo.

Las botargas de los patrocinadores también desfilaron, comandadas por el popular Rango, Lobo Blanco, mascota de Generales de Durango.

En el evento también se presentó en sociedad al majestuoso autobús en el que Generales hará sus viajes durante la campaña, mismo que fue el asombro de quienes tuvieron la fortuna de estar en el desfile.

La basta caravana fue vitoreada en su paso; ya era esperada en la Catedral de Durango por cientos de aficionados, que no dejaron pasar la oportunidad para tomarse la foto con su jugador favorito.

El reloj marcaba las 20:00 horas, cuando el contingente del equipo ingresó al sagrado recinto, para escuchar la misa de bendición, en la que el párroco local los conminó a no ser indiferentes con los compañeros, por lo que les pidió mantenerse en unidad en el camino, sinuoso, sí, pero que se sabrá sortear con éxito, hasta llegar a los ansiados playoffs.

Una vez acabada la liturgia, el equipo fue recibido a su salida, en el atrio de la Catedral, por una banda sinaloense, que entonó el Corrido de Durango, Corrido de Mazatlán, entre otras melodías, antes de dar paso a un recorrido por la Plaza de Armas, que culminó en la avenida 5 de Febrero.