Roberto Chaparro Guzmán: El árbitro que dejó huella en Durango

Roberto Chaparro, uno de los primeros árbitros que, bajo previa capacitación y Carnet nacional, tomó las riendas de un partido de fútbol en Durango.

Alejandro Blanco | El Sol de Durango

  · viernes 29 de septiembre de 2023

Roberto Chaparro Guzmán: El árbitro que dejó huella en Durango / Foto: Alejandro Blanco | El Sol de Durango

Llegó en el año de 1982 a la ciudad de Durango; fue su trabajo como relojero quien lo catapultó y trajo al Valle del Guadiana para convertirse en uno de los mejores árbitros que haya visto acción en el fútbol soccer amateur. Se trata de Roberto Chaparro Guzmán, el capitalino que desde la Ciudad de México llegó a la tierra del cine para forjar una gran historia en el arbitraje.

Reconocido por la sociedad futbolística, Chaparro Guzmán adoptó Durango como su hogar. Aquí ha formado una gran familia y continúa trabajando como relojero. Amablemente abrió el baúl de los recuerdos para compartirlos bajo esta entrevista con los amantes del fútbol soccer en esta entidad del norte del país.

En esa misma década de los 80, el leer una nota en El Sol de Durango fue lo que lo orilló a retomar el silbato y el reglamento para brillar. Previo a esto, fue capacitado en el arbitraje de esta entidad, pues formó parte de la época dorada de nuestro fútbol al ser parte de la justicia en las mejores ligas que en aquel entonces existían.

El sábado pasado, Don Roberto llegó al campo Rodríguez con los más pequeños del arbitraje en Durango: "Pequitas", Delfín y "Kikin". Ellos lo abrazaron y reconocieron con mucho gusto. Lo admiran. Ahí no dudamos en abordarlo para robarle unos minutos que se convirtieron en la siguiente entrevista.

Roberto Chaparro Guzmán: El árbitro que dejó huella en Durango / Foto: Alejandro Blanco | El Sol de Durango

¿Cómo es que Roberto Chaparro se involucra en el arbitraje de Durango?

Yo inicié en los sesentas en la Ciudad de México y en el 82, por motivos de trabajo, me vine a radicar a Durango. Fue precisamente en una nota de El Sol de Durango donde leí que venía el profesor Genaro Castillo, mi profesor allá en México. Fui a saludarlo y por medio de ese saludo me conectó con el señor Molinar Palma, en aquel tiempo, el presidente de la asociación de Fútbol de Durango, y de ahí empecé aquí en Durango. Ese día me invitaron a arbitrar un partido de tipo político en el CONADE, con el profesor Jonathan Vega y el árbitro Meza, en paz descansen los dos. Pues así empezó todo aquí, caí muy bien en la ciudad de Durango y hoy vivo muy a gusto.

El profesor Roberto Chaparro Guzmán vio acción y fue parte de la autoridad en ligas de prestigio en tierras alacranas. Tuvo participación en la Liga Obrero Estudiantil Guadalupe Victoria y, en algunas ocasiones, en la Liga Municipal de Futbol de Durango. No hay que olvidar su gran paso por la Liga de Futbol Veteranos Durango, desde aquellos años en que Jesús “Luther” Vargas Domínguez era presidente. Incluso le tocó pitar en partidos dentro de la época del “Yiyo” Bretado.

Roberto Chaparro Guzmán: El árbitro que dejó huella en Durango / Foto: Alejandro Blanco | El Sol de Durango

¿Cuáles son los mejores recuerdos en el arbitraje?

Son muchos. Me tocó inaugurar el Gándara Soto con un Maderera contra Tecos, donde llevaba de bandera a Marco Antonio Ortiz Vargas, “Gato” Papá. Estuve en la inauguración del alumbrado del estadio Francisco Zarco, en el partido preliminar en el que también vieron acción los Tecos ante una selección de Durango. El partido estelar estuvo a cargo de Ojeda, Santos contra otra selección de Durango.

Fundador del Colegio de Árbitros de la Liga Obrero Estudiantil, Chaparro Guzmán no olvida la ocasión en donde fungió como central en una final que presentó como protagonistas a Radiadores de Libertad y la Benjamín Méndez. Relata el protagonista de este texto que en ese duelo por el cetro, la definición fue a penales y la gente prácticamente se metió a la cancha, no dejaba que los jugadores cobraran desde los once pasos. Por lo que suspendió los penales y estos se cobrarán una vez que la gente se alejó del área grande.

En aquel entonces, cuando usted arbitraba, ¿Cuál era la interacción jugador - árbitro?

Ahora creo yo que se respeta más a los árbitros. En aquel tiempo, me platican los compañeros que nunca habían agarrado un reglamento. Yo venía con carnet nacional, como colegiado. Precisamente hasta que llegó a Durango el profesor Genaro Castillo, fue que varios de los silbantes de aquí asistieron a nacionales. Me da mucho gusto que hoy en día los árbitros se estén capacitando continuamente. En el fútbol hay muchas mañas y es bueno que se capaciten para que sean respetados. En aquellos tiempos no se respetaba al árbitro. Recuerdo que una vez se burlaron de mí porque utilicé un uniforme blanco, cuando en la cancha había un equipo de negro. Es cuestión de conocer el reglamento.

Roberto Chaparro Guzmán: El árbitro que dejó huella en Durango / Foto: Alejandro Blanco | El Sol de Durango

Para Roberto Chaparro, ¿qué significado tiene el arbitraje?

Me formó como persona. Tenía yo unos 20 años cuando inicié. Es una profesión que te forma. Las nuevas generaciones deben capacitarse para que cuando uno llega a la cancha, los jugadores digan: “ahí viene el señor árbitro” y no "el tal por cual árbitro". Se trata con mucha gente. En este campo, la única vez que fui agredido por un jugador que era mi vecino, volibolista él, me pegó una patada. Pero como era mi vecino, con puras palabras le puse una regañada después de que había perdido por goleada por más de 8 goles. Hay que llevarse bien porque es hermoso.

¿Quiénes son los mejores árbitros de la historia del fútbol en Durango?

Hice una encuesta con Rubén "Pituka" Escarzaga. Le ayudé a poner del 1 al 10 y yo me puse en el 10. Puse a Jonathan Vega, Meza por el hecho de conocerlo primero en Durango. Él ya falleció. Después puse al señor Alejandro Luna, "El Tío" Marco Antonio Ortiz Vargas, el "Campeón" Martínez Domine. Y, por supuesto, que tenemos que poner en primer lugar a Marco Antonio Ortiz Nava por lo que ha hecho. El arbitraje ha evolucionado mucho con él, más allá de cualquier cosa que me puedan decir. Mi respeto para él.