Lo último que toreó fue una tarde de jueves taurino en la Plaza México, donde cortó una oreja; gracias a esta tarde fue anunciada en la importante feria de Autlán de la Grana, Jalisco, donde cortó otra oreja. Después desapareció del mapa, bueno, en realidad ella siempre ha estado vigente. Más bien, la desaparecieron del mapa el resto de las empresas del país.
Pero las adversidades no detienen a esta yucateca de espíritu indomable y si no es en su país, en otras fronteras le han puesto el ojo. Para el próximo 31 debutará en Sudamérica, localidad de Santa Cruz de Cajamarca, alternando con el matador Emilio Barrantes, un torero destacado del Perú. De esa tarde la torera está convencida que se pueden desprender muchas cosas, pero el triunfo será la carta de presentación para que se puedan abrir más puertas en aquellas latitudes, pues platicas ya hay con algunas empresas más.
“Voy convencida y decida a trascender en el toro, allá y en mi país”, dijo Lupita López, en su visita a ESTO, en la que albortó a los presentes.
POR PARTES
Vamos a ver. Esto de la fiesta de los toros es de por sí una carrera de resistencia para aquellos coletudos que no cuentan con una relación estrecha con las empresas importantes, o no tienen un apoderado de peso. Muchas veces y aunque el diestro tenga lo necesario para ser importante, los asuntos de escritorio son más bravos que el mismo toro. Este tipo de toreros se las ven muy duras para poder entrar a algún cartel en plazas de primera y más todavía alternar con las figuras. Cosas ingratas del toro, muchos se quedan en el camino por la falta de oportunidades o por no aprovecharlas cuando se les dan, pero hay que apuntar que cuando les llega la tarde soñada, los pobres no traen ni una vaca toreada en todo el año. Y entonces, si no están bien, se les crucifica de inmediato y surgen los cometarios como, “ya ven, pide torear y no aprovecha la oportunidad”. Ingratitud pura.
Si eso pasa con los varones, ya no imaginemos lo que sucede con las damas que se dedican al toreo.
En el caso de Lupita López es de las poquísimas toreras mexicanas (dos por ahora) que se mantienen al cien por ciento en su preparación, además de que han dado la cara en plazas como La México, continúan marginadas del toreo por una sencilla razón y es real: machismo.
Es algo que no se puede ocultar. De por sí las oportunidades son pocas y si le agregamos el plus del machismo, la situación en definitiva pareciera estar perdida por completo. Sin embargo, toreras como Lupita, que traen en su sangre el toreo (ella es la cuarta generación que ha portado el traje de luces), entre más paladas de arena les echen, su ambición crece y la ilusión por alcanzar sus metas parecieran más cercanas. ¿Qué decir?
Es de Yucatán, hecha en las plazas de Dios, allá donde la vida no vale nada y donde por toriles sale de todo. Esas son sus tablas.
UN FALLO
En este mundo de toreros mexicanos, donde pareciera que las féminas no tienen lugar, Lupita sabe perfectamente donde se encuentra parada. No está soñando con torear algún día con Enrique Ponce o el Juli, pero tampoco quedar al margen, si ya ha demostrado tener los tamaños para pararse frente a toros, lo ideal es que como mínimo tampoco se le separe de la fiesta como un algo apestado. Por que finalmente está fiesta es de todos y más para los toreros y toreras que le guardan respeto puro a la Tauromaquia. Cuando el espectáculo taurino no es incluyente y separa géneros, algo ha fallado.
DE YUCATÁN A MÉXICO
“Comencé a torear a los once años. Durante 20 años toreé en todo el sureste, esas son mis tablas, fue una época en la que viví otro tipo de fiesta, porque allá es la guerra; el toro no distingue si eres mujer, aprendí mucho, pero no es nada a lo que se torea en las plazas de primera. Mi ambición me llevó a pensar en la Plaza México y a torear más profesionalmente”, platicó a ESTO la yucateca.
“Llegué a la Ciudad de México en 2009 para presentarme como novillera en La México y en menos de un mes actué cuatro tardes. A la siguiente temporada abrí la campaña y para entonces ya me había presentado en Guadalajara, Puebla, Morelia y muchas plazas de gran categoría. Esto me llevó a pensar en una alternativa, ya que los resultados en cuestión de orejas no era nada malo”.
ALTERNATIVA
El día grande fue en la Plaza México, alternativa fechada el 13 marzo de 2011, llevando de madrina a la española Mary Paz Vega y testigo Hilda Tenorio, con toros de La Punta.
Desde ese momento su ambición creció mucho más., ya que se dio cuenta que con empeño y dedicación todo puede suceder.
“Desde entonces cada tarde ha sido un peldaño de una escalera que es interminable, en esto de la fiesta no hay límites. Yo no tengo”, añadió.
FORMA DE VIDA
-¿Qué te motiva?
“Está en mi sangre. Soy la cuarta generación de toreros en mi familia y en ese seno me han apoyado con amor, tengo gente buena a mi lado. Esto de los toros es mi forma de vida, quiero ganar dinero, pues decir lo contrario es una mentira. Pero también tengo mi carrera, soy licenciada en nutrición y pudiera vivir de esto decentemente, pero esto de los toros ya lo traigo en las venas. Y hasta sentirme capaz seguiré toreando”.
ADMIRABLE Y TRISTE
-Cuéntame de la tarde en que te hayas sentido más torera.
“No tengo muchas tardes para contarte por que casi no toreo. Pero sin duda esa tarde de la que hablas fue la de mi alternativa y la última tarde de los jueves taurinos (cuando Rafael Herrerías era el empresario). Te hablo de esas dos tardes por que se dio una situación muy curiosa. Aquella campaña de jueves taurinos fuimos 19 toreros anunciados, cuatro tardes de seis toros; en las tres primeras no repetíamos ninguno y la cuarta fue de triunfadores, de seis toreros también. De lo que te quiero hablar es que fui la única que cortó oreja de todos; en total fueron 25 toros, 25 orejas para cortar y únicamente se cortó una, que fue la mía. Eso me llenó de mucha satisfacción, fue una oreja que me llena de orgullo. Se vio el fruto del esfuerzo. Lo triste es que no trascendió”.
-¿Qué se necesita para que las empresas volteen a verte?
“No sé. Hay cosas muy tristes, pero es parte de la realidad”
A CORTO Y LARGO PLAZO
-¿Hacía donde miras?
“Insisto, soy muy ambiciosa. No tengo límites, pero tampoco me obsesiono, si veo que las cosas no serán, tampoco me voy a amargar, sé que he hecho lo correcto y logrado cosas que jamás me imagine hacer. Estoy muy orgullosa y sé que hay mucho más. Lo que veo a corto plazo es triunfar en Sudamérica y regresar el próximo año a México bajo otro panorama.¿Y por que no? Pensar en España. Me veo trascendiendo en el toreo, soy realista, pero eso no va a depender de mí. De eso sí estoy segura”.
TOROS, AMOR Y VARONES
-Descríbeme el sentimiento que te causa torear.
“No hay emoción más intensa y más bonita que torear. Mi pasión por lo que hago se alimenta de toros, de torear y triunfar. Vamos: el amor por el toreo es querer hacerlo todo el tiempo, no hay día en que no piense en el toro, si no toreo es algo fuera de mi alcance”.
Y también dijo,“hago mi vida normal, pero el toro jamás lo dejo. Créeme, esta emoción es más grande que estar con un hombre. Y mira que los varones me encantan, pero así está la situación. No veo el momento en que deje al toro por un hombre”.
-¿Y cuando conoces a un varón y le cuentas que eres torera?
“Me han tocado, antis y neutrales, pero la mayoría se vuelven taurinos y aporto lo que puedo. Aunque te diré, algunos se intimidan por el hecho de que soy matadora. Cargar este titulo no es fácil en esta cuestión, no todas las mujeres son toreras”.
-Si esto significa el toro en tu vida, ¿cómo viviste tu alternativa?
“Si una mujer cuando se casa, con su hermoso vestido de blanco, se siente la mejor del mundo. Te puedo decir que el día de mi alternativa me sentí la mujer más realizada del mundo. Algo incomparable, en el mejor altar del planeta como es la Plaza México. Es una forma de explicar lo bonito que es ser matadora, lo importante y grande. Un sí para toda la vida”, concluyó.
