En mano a mano protagonizado por los novilleros, el duranguense Eduardo Neyra y el lagunero Arturo Gilio Jr., ambos se llevaron la tarde en lo que fue la Gran Novillada de Año Nuevo que este sábado se celebró en la Plaza de Toros Alejandra de la ciudad de Durango.
Cuatro toros de Caparica que con presencia expuso el empresario Jorge Mata, de entre 420 kilos y 510 kilogramos, lucieron para enmarcar este primera encierro de la temporada 2022 en el coso de la San Martin.
Fue una tarde mágica en donde amantes y promotores de la tauromaquia duranguense, la brindaron un reconocimiento al propietario de la Plaza, Hugo Jaquez, quien se hizo acompañar de su esposa, hijos, y por supuesto, su hija Alejandra, por quien lleva nombre este escenario.
El aforo fue de media plaza, con una afición a la tauromaquia duranguense que disfrutaron del valor del duranguense Eduardo Neyra y del temple y elegancia de Arturo Gilio Jr.
El primero en entrar en escena fue el de Durango, con un Neyra que en su primero de la tarde, “Durangueño” de 422 kilogramos, batalló con el viento, incluso, al tratar de satisfacer a su público, fiel a su estilo, arriesgo de más para ser cogido por el toro, sin embargo, el incidente no paso a mayores y con la espada no tuvo suerte.
En escena entró Arturo Gilio Jr., para enfrentar en la arena a “Lagunero” de 510 kilogramos, en su primer terció lucio con la verónica, mientras que sus picadores y banderilleros se lucieron para escuchar la ovación del respetable.
Posteriormente, Gilio dio muestra de su elegancia con pases de pecho que remató con derechazos y naturales, mismos que llevaron al arrebato de las palmas del publico conocedor de la Alejandra.
Coronó con una estocada profunda, justo en los morrillos, lo que llevo a la arena a “Lagunero” y a darle al de Torreón, la primera oreja de la tarde.
Eduardo Neyra, regreso a escena con su segundo de la tarde, “Manzanito” de 470 kilogramos, una vez más el duranguense insistió con derechazos ante la presencia del viento y en su primer tercio su banderillero dejo mucho que desear.
Para el segundo tercio, Neyra fue al centro del ruedo y de rodillas le sacó dos muletazos al toro, sin embargo, el tercero termino por cogerlo de nueva cuenta ante el asombro de su gente.
Una vez más el duranguense se puso de pie, brilló con manoletinas y vista a los tendidos y posteriormente, vino con una estocada profundo que llevó rápido a “Manzanito” a la muerte y por ende, ver su única oreja de la tarde.
En el cuarto de la tarde, “Nevadito” de 420 kilogramos, Arturo Gilio Jr., con una faena extraordinaria parecía que se llevaría la tarde, pero con la espada falló hasta ir a la descabello, esto dio pie al triunfo de ambos novilleros con una oreja por bando.