No conforme con subir el Everest, Rafa Jaime Jaramillo ahora cumplió un nuevo reto, subió a la montaña más alta de la Oceanía, la Pirámide de Carstensz, con una altura de cuatro mil 884 metros sobre el nivel de mar y su siguiente reto es escalar en la Antártida.
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El alpinista duranguense, es el primer ciego en lograr la travesía y marcar historia, y es que Rafa Jaime ha demostrado que lo que no se puede ver con los ojos se puede ver con el corazón.
El mismo posteó en sus redes sociales lo siguiente: primero, quiero agradecer profundamente a todas las personas que me han apoyado de tantas maneras para llegar hasta aquí… Y no hablo solo de esta cumbre, sino de este trayecto de vida, donde he encontrado amigos, familia e incluso desconocidos que me han dado tanto. En este viaje, he aprendido a capitalizar cada herramienta que la vida me ha dado, por pocas o muchas que sean.
Asimismo continuó con: todo lo que he vivido ha tenido un propósito. Venir a esta montaña con un panorama desconocido, sin un compañero de equipo y buscando soluciones en medio de lo incierto le dio a esta experiencia un toque completamente diferente…
…No les voy a mentir, pasé momentos de mucho estrés, momentos en los que sentí que arriesgaba más de lo esperado. Sin embargo, creo que eso me define; arriesgar y apostar por la vida me ha dado experiencias que me han hecho feliz.
Entre broma y sentimiento por lograr una meta más dijo que se acostumbró al inglés mocho, así como a las instrucciones de “sí” o “no”, además de confiar en el más que nunca.
El alpinista que solo respiraba hondo y ponía sus manos en Dios, “En serio, no tienen idea de cuánto amo la montaña; es una prueba constante para mi vida diaria. Si no regreso de estos lugares más fuerte y con una mentalidad renovada, lo llamaría un fracaso. Así que, este viaje al otro lado del mundo ha sido un éxito”.
Pero no conforme con ello, ahora va por la Antártida, y así continuar con su historia.