Está a punto de iniciar la Semana Santa, que abarcará del 24 al 30 marzo, en la que se tiene la conmemoración de la pasión de Cristo. Es el padre Noé Soto Valdez, vocero de la Arquidiócesis, quien explicó el significado de este tiempo, desde la religión católica.
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“La Semana Santa para nosotros es la semana más grande que tenemos en nuestra devoción, y también desde la perspectiva litúrgica porque celebramos lo que se llama el misterio pascual, es decir, la pasión, muerte y resurrección de Jesús”, esto es para la fe católica lo central de la fe.
Y es que refiere que si creyera en un Dios que solamente murió y no resucitó, entonces “nuestra fe sería vana”. Reiteró entonces que la importancia de esto es la celebración de la muerte y resurrección de Jesucristo.
- “…y es lo que celebramos cada Semana Santa, que son los misterios que para nosotros trae nueva vida”.
Cabe hacer mención que previo a la Semana Santa se vive la Cuaresma, un período de 40 días que arranca con el miércoles de Ceniza, en el cual se llamada desde la Iglesia a la reflexión.
Según la Arquidiócesis, son “semanas previas de preparación, durante el camino de Cuaresma que dio inicio con el Miércoles de Ceniza, donde se invitó al ayuno, la oración y la penitencia”.
La Semana Santa llega precisamente con el Domingo de Ramos, que será este 24 de marzo, y donde se recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue recibido y aclamando por medio de palmas de olivo, “por eso se trata de un día de alegría, cuando la gente estaba entusiasmada porque sentía que el Mesías llegaba y que la salvación estaba muy cerca”.
Pero también es un día que tiene la función de recordar la pasión y muerte de Jesús, como anticipo de todo lo que se celebrará en la Semana Santa.
Por ello, “este día se hace el llamado a aprovechar para abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo y dejar que Él sea quien nos dirija a reflexionar el mensaje de la Pascua de Resurrección y también pedirle que nos conceda, participar de su gloriosa resurrección, pues es el Padre compasivo y misericordioso, pues acoge para siempre en su comunidad de amor eterno”.