Es mucho el misterio alrededor de situaciones como la posesión de personas y con ello también el exorcismo. “…es una acción del demonio, pero no que posea solamente el cuerpo de la persona; el hombre es libre, y por algunas acciones que realice, de abrir puertas a la acción maligna, confiando en brujería, santería, espiritismo y todo, pues abre puertas, y puede atacar”, declaró José Guadalupe, sacerdote y exorcista en Durango.
- Te puede interesar leer: Éste es el rostro de la famosa doña Irma de Durango [Video]
Esto para un documental realizado por el escritor Alberto Serrato, colaborador de El Sol de Durango, quien dialogó con una víctima de posesión, un hombre llamado Antonio, pero también con un psicólogo. En la callada y tranquila ciudad colonial, Antonio ha sufrido varios episodios en que se torna irreconocible, toma otra voz, actúa incluso como perro, y se agrede así mismo, al grado que sus familiares se enfrentan a complicaciones para sostenerlo.
Según relata Antonio, en varias ocasiones ha perdido por completo la conciencia, por lo que es "reanimado" por sus familiares y otras personas cercanas a él que han presenciado estos lapsos.
Mientras eso pasa su comportamiento cambia de manera alarmante: su voz se vuelve irreconocible, y su fuerza aumenta considerablemente, tanto que incluso tres personas no logran contenerlo. Antonio enseguida no recuerda lo sucedido.
La respuesta de sus allegados es rápida, lo abrazan, lo sostienen y rezan el Padre Nuestro, además de las "Siete Verdades", una oración considera como poderosa.
Uno de los episodios más extraños ocurrió cuando, según su amigo de toda la vida, Antonio comenzó a comportarse como un perro, enfrentándose incluso a un perro real que se encontraba en el lugar.
Estas acciones, tan fuera de lo común, han llevado a algunos de sus cercanos a creer que lo que le ocurre no es simplemente un trastorno mental, sino algo relacionado con lo paranormal.
Alberto Serrato recurrió a una entrevista con el padre José Guadalupe, exorcista y sacerdote en Durango, quien consideró que si bien cada caso es diferente, es solamente con la fuerza de Cristo, y la fe que se tenga en él, que se expulsa lo malo.
Por su parte, ante este tipo de casos también se manifestó Abraham, catedrático de psicología, quien describe este tipo de casos como una "posesión".
“Una posesión es cuando un espíritu de naturaleza no identificada toma cargo de un cuerpo que tiene precisamente la apertura a recibirlo, y aquí empata precisamente que la persona que puede ser receptáculo de esa entidad, pues puede o no estar acuerdo con la otra entidad que toma parte y control del cuerpo”, dijo.
La verdad detrás de estos fenómenos sigue siendo un misterio. Para los creyentes, la única manera de enfrentar este tipo de situaciones es a través de la fe, mientras que para quienes adoptan una perspectiva científica, el análisis profundo del comportamiento humano es la clave para entender lo que ocurre.