/ domingo 10 de junio de 2018

La triste historia de un pizzero a punto de ser deportado de EU ¡por trabajar!

Entregó un pizza en una base de militar en Nueva York y a partir de ahí se despidió de su libertad

Un juez estadounidense bloqueó temporalmente la expulsión de un inmigrante ilegal ecuatoriano detenido cuando entregaba pizza en una base militar de Nueva York, dijeron el domingo medios de prensa.

Agentes de inmigración arrestaron el 1 de junio a Pablo Villavicencio, de 35 años, en la base militar Forto Hamilton, de Brooklin, Nueva York, a donde había ido a entregar una pizza.

Ya había realizado entregas varias veces en ese lugar y presentaba el carné de identidad de la ciudad de Nueva York que no tiene ninguna mención a su estatuto de inmigrante.

Sin embargo, el 1 de junio, un policía militar le pidió una prueba de su residencia legal en Estados Unidos. Al no tenerla, fue arrestado y llamó a la policía de inmigración (ICE), la cual estableció que tiene dos hijos de 2 y 3 años y que desde 2010 está ilegalmente en Estados Unidos.

La jueza de Manhattan Alison Nathan suspendió la orden de deportación hasta que se realice una audiencia en otra corte el 20 de julio. Entretanto Villavicencia permanecerá detenido.

El gobierno del presidente Donald Trump se ha mostrado muy enérgico con los inmigrantes ilegales incluso con aquellos que carecen de antecedentes penales o tienen profundos lazos familiares en Estados Unidos.

Agentes de inmigración han realizado arrestos hasta en sedes judiciales; lugares que hasta ahora eran una especie de santuario.

El gobernador demócrata de Nueva York Andrew Cuomo dijo el viernes que el ecuatoriano es víctima de un prejuicio étnico.

Medios de prensa reportaron que está casado con una estadounidense y que inició la tramitación de su residencia.

Un juez estadounidense bloqueó temporalmente la expulsión de un inmigrante ilegal ecuatoriano detenido cuando entregaba pizza en una base militar de Nueva York, dijeron el domingo medios de prensa.

Agentes de inmigración arrestaron el 1 de junio a Pablo Villavicencio, de 35 años, en la base militar Forto Hamilton, de Brooklin, Nueva York, a donde había ido a entregar una pizza.

Ya había realizado entregas varias veces en ese lugar y presentaba el carné de identidad de la ciudad de Nueva York que no tiene ninguna mención a su estatuto de inmigrante.

Sin embargo, el 1 de junio, un policía militar le pidió una prueba de su residencia legal en Estados Unidos. Al no tenerla, fue arrestado y llamó a la policía de inmigración (ICE), la cual estableció que tiene dos hijos de 2 y 3 años y que desde 2010 está ilegalmente en Estados Unidos.

La jueza de Manhattan Alison Nathan suspendió la orden de deportación hasta que se realice una audiencia en otra corte el 20 de julio. Entretanto Villavicencia permanecerá detenido.

El gobierno del presidente Donald Trump se ha mostrado muy enérgico con los inmigrantes ilegales incluso con aquellos que carecen de antecedentes penales o tienen profundos lazos familiares en Estados Unidos.

Agentes de inmigración han realizado arrestos hasta en sedes judiciales; lugares que hasta ahora eran una especie de santuario.

El gobernador demócrata de Nueva York Andrew Cuomo dijo el viernes que el ecuatoriano es víctima de un prejuicio étnico.

Medios de prensa reportaron que está casado con una estadounidense y que inició la tramitación de su residencia.

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