“Quédate con el que te sepa hablar del universo. Hablar de la gente sabe cualquiera”
-(autor desconocido).
El inicio
Era el 24 de octubre de aquel 2009, un sábado de mucha adrenalina; ese día buscábamos romper un récord Guinness en donde todo México estaba involucrado: “El mayor número de personas observando la Luna a través de un telescopio al mismo tiempo”. El evento se llamó “Reto México 2009”
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El grupo de amigos entusiastas de la astronomía, nos reuníamos en el estacionamiento de un conocido centro comercial al oriente de la ciudad: Jorge Tena, Martín Pereda y un servidor, nos habíamos dado a la tarea de organizar junto al Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Durango (COCyTED) este evento.
A nivel nacional, la organización de “Reto México” corrió por parte del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), la Alianza Francesa, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), entre otros. Contando con 31 sedes en 29 estados de la república. En Durango, fuimos la sede oficial.
Finalmente, el récord se impuso: hubo 1,130 telescopios en todo el país que lo hicieron posible. En ese momento parecía increíble que con una convocatoria tan sencilla y sin mucha difusión como la que hicimos aquí en nuestra capital, se hubiera logrado tal convocatoria. Había alrededor de 20 telescopios reunidos y más de un centenar de personas que yo, en mi vida había visto. Para mi, el objetivo se había logrado con creces.
Algunas cosas cambian…
Aquel había sido el inicio de lo que más adelante tomaría el nombre de “Noche de Estrellas”, un evento que al día de hoy reúne más de 100 sedes en todo el país y que ha evolucionado enormemente. Ahora hay un comité nacional y varios patrocinadores. En algún momento, se apoyó bastante a las diferentes sedes, pero luego los patrocinios y recursos gubernamentales se fueron a la baja y ahora tenemos casi sólo el nombre.
Aquí en Durango capital, también fuimos mejorando cada año conforme se organizaban más eventos, nuestra sede cambió al “Museo Interactivo Bebeleche de Durango” desde hace 10 años y actualmente las personas relacionan perfectamente al museo y la “Noche de Estrellas”. La dinámica y las actividades se han ido robusteciendo también: se incluyeron participaciones culturales como bailables, canto y música; talleres para niños y jóvenes sobre el espacio, las matemáticas y la ciencia en general, y algunas otras actividades recreativas: muy regularmente forma parte del evento la “Legión 501” de Star Wars y en algúna ocasión hasta lanzamos globos de Cantoya. Todo, alrededor de las charlas de temas astronómicos, en las que hemos hablado de planetas, eclipses, constelaciones, cometas, teorías decuerdas, viajes en el espacio – tiempo y sondas espaciales, entre muchos otros temas. Y, finalmente, la cereza del pastel: la observación a través de telescopios.
Es común – y satisfactorio – que siempre a los eventos llegan personas con telescopios en cajas, que nunca los habían siquiera sacado de las mismas. Los ayudamos a armar sus equipos y les damos algunos consejos para su manejo básico. La “Noche de Estrellas” ha recibido más de 35 telescopios en un solo evento; telescopios de todo tipo y tamaño: reflectores, refractores, catadriópticos, pequeños, medianos y grandes.
Una de las bondades de eventos como este es que la gente que aún no cuenta con un equipo, puede observar a través de diferentes telescopios, ver su funcionamiento, cuidados, ventajas, desventajas, costos, etc., y así poder tomar decisiones para su compra futura. También, la compartición de información y conocimientos por quienes participamos en estas reuniones, es muy útil – creo – para las personas que se están iniciando en esta fascinante afición.
Pero, sin duda, lo mejor en cada evento son las expresiones de las personas que se asoman por primera vez a través de un telescopio y ven la Luna llena de cráteres, de cadenas montañosas, de planicies; que observan a Júpiter y sus franjas de gas o preguntan por esos pequeños puntos de luz alineados con el plano del mayor de los planetas. “Esas son las lunas que descubrió Galileo hace más de 400 años”, respondemos. Y lo más genial: ver a Saturno y su maravilloso sistema de anillos. Niños, jóvenes, personas mayores, todos se asombran en esa primera ocasión. Creo que eso paga cualquier cosa.
Eventos como este son una gran oportunidad de acercar la ciencia a la comunidad, que entendamos que no es algo ajeno, que es la manera de conocer cómo funciona el mundo y que mucho de lo que hay a nuestro alrededor viene de la química, la física o la biología.
Este próximo 9 de noviembre (sábado como siempre), estaremos de nuevo en nuestra casa, el Museo Bebeleche, con más charlas, talleres, cultura y observación de algunas constelaciones, la Luna, Saturno (con sus anillos casi de canto a nuestra vista) y, a partir de las 9 de la noche, el gigante de gas, Júpiter.
Te esperamos a partir de las 5:00pm en la terraza del Museo. La entrada es completamente gratuita.
No olvides llevar tu telescopio, binoculares y a toda tu familia. Si no tienes equipo astronómico, no te preocupes, ahí habrá alguien gustoso de compartir contigo una vista fabulosa.