¿Sabías que el croissant tiene su propio día de celebración? El 30 de enero se celebra el día internacional de esta clásica pieza de repostería que es el ícono de la gastronomía francesa, sin embargo, su origen se dio a raíz de un acontecimiento histórico.
Croissant, que significa "creciente" en francés debido a su forma de cuarto creciente lunar, surgió en Viena, Austria, a raíz del salvamiento de la nación invadida por las tropas turcas.
Pero gracias a su irresistible sabor se ha extendido por todo el mundo y se ha coronado como el estandarte de la gastronomía francesa.
Como cada año, el 30 de enero se celebra el Día Internacional del Croissant, por lo que nos dimos a la tarea de compartirte algunos datos curiosos sobre la creación de este famoso pan.
El origen del croissant
Todo se remonta al año de 1683, cuando los turcos intentaron invadir Viena, pero los panaderos de ese entonces, que trabajaban en los sótanos, escucharon los planes y de inmediato se dieron a la tarea de alertar al ejército austríaco.
Fue gracias a esta acción que Viena puedo evadir la invasión, además los panaderos recibieron honores por salvar la ciudad; mismos que crearon un postre con la forma de la luna creciente que representaba al imperio Otomano, para así celebrar la victoria.
Croissant dulces, los favoritos
El croissant tradicional era parte del desayuno con frangipane, relleno de chocolate o mermelada y mantequilla. Fue hasta la década de 1920 que se volvió un desayuno básico en las panaderías francesas.
La pronunciación correcta
Existe un gran debate sobre cómo se pronuncia el nombre de esta delicia francesa, pero la forma más sencilla de hacerlo para aquellos que no hablan francés es: cruasán, haciendo énfasis fonético en el acento de la “a”.
El croissant ha viajado por todo el mundo y en diversas regiones tiene un nombre totalmente diferente, por ejemplo en Perú, Ecuador y Venezuela este pan es conocido como cachitos, mientras que en Paraguay, Argentina, Uruguay y Chile, se le llama medialunas. En México y en otras partes de América Latina el croissant también es conocido como cuernito.
En ocasiones se le rellena de chocolate, dulce de leche, jamón, queso o crema pastelera; aunque otros le añaden almendras, nueces y hasta semillas de amapola. Sea como sea, es una delicia que se disfruta en cualquier momento del día.
De Viena al mundo
El croissant habría llegado a Francia a finales del siglo XVIII, cuando el oficial austriaco August Zang abrió una panadería vienesa en París.
El bollo de media luna tuvo tanto éxito que pronto se multiplicaron los locales que lo ofertaban. Los franceses lo bautizaron como “croissant” y le dieron su toque personal, haciéndolo más hojaldrado y crujiente.