La pandemia mundial de coronavirus que estamos viviendo sin duda ha alterado muchas de nuestras rutinas diarias.
Pasar mucho tiempo en casa puede hacer que perdamos algunas de las señales externas que ayudan a nuestro cuerpo a sincronizarse y esto puede acabar repercutiendo en el correcto funcionamiento de nuestro reloj biológico.
¿Qué es la cronobiología?
Las funciones que lleva a cabo nuestro organismo a lo largo del día siguen un orden en que el tiempo es muy importante.
Tanto es así que hay, incluso, una especialidad dentro de la biología, conocida como cronobiología, que se encarga de estudiar los diferentes ritmos biológicos.
¿Por qué es importante la cronobiología?
Es importante, para mantenerse con buen aspecto y con una buena calidad de vida. Nuestro reloj biológico tiene que estar bien sincronizado con los factores ambientales externos de luz y temperatura.
¿Qué es el reloj biológico del ser humano?
Se denomina reloj biológico al mecanismo interno de un ser vivo que le permite contar con una orientación temporal. ... No se trata, por supuesto, de una máquina que muestra las horas y los minutos, sino de un conjunto de funciones orgánicas vinculadas al ritmo de vida.
A pesar de que son internos las condiciones externas también influyen en los ciclos del organismo.
Y pueden hacerlo tanto para ayudar a poner nuestro reloj interno en hora como para desajustarlo y provocar que se atrase o se adelante.
Altera a su vez los ciclos de sueño/vigilia, liberación de hormonas, temperatura corporal y otras funciones importantes del cuerpo. Con lo cual, nuestro organismo sufre, nuestra fisiología se trastorna.
A la larga, estas alteraciones en los ritmos de nuestros órganos y sus funciones pueden aumentar el riesgo de desencadenar enfermedades mentales, obesidad, cáncer, depresión o alzhéimer.
¿Por qué hay personas que duermen peor desde que ha empezado el confinamiento?
Dormir peor estos días es totalmente comprensible son muchas las personas que les está costando dormir bien.
Hay noches en las que les resulta difícil conciliar el sueño, mientras que en otras se despiertan antes de tiempo o se desvelan en mitad de la noche con pesadillas.
Por un lado, el miedo, el estrés y la incertidumbre por todo lo que está pasando generan una ansiedad que nos impide relajarnos.
Por otro, con el confinamiento en un espacio reducido hemos perdido muchas de las señales externas de tiempo (o sincronizadores) que ayudan a nuestro cerebro a regular los ritmos diarios o circadianos.
No todos tenemos el mismo ritmo
La sincronización con el día no es la única que marca nuestro ritmo. Es obvio que hay gente que es más activa de noche que otros.
Es lo que se llama de cronotipo nocturno. “Eso se debe a que hay otros componentes sobre todo genéticos, que también influyen en nuestros ritmos biológicos”
Los ritmos cronobiológicos pueden funcionar las 24 horas (circadiano), 28 días (mensual), 3 meses (estacional) e incluso a los ritmos climatéricos, que duran entre 7 y 9 años.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que todos los ritmos biológicos de nuestro cuerpo son el resultado de la interacción de tres tiempos:
- Un tiempo interno, que es el que produce nuestro reloj biológico.
- Un tiempo ambiental, que se rige por la salida y la puesta del sol.
- Un tiempo social, que viene dado por los horarios de entrada y salida del trabajo, el tiempo de ocio, el horario oficial, las horas en las que comemos
Sabias que: Los ciclos menstruales son un ejemplo de esos ritmos biológicos que nos marcan
De hecho no hay uno sino varios relojes. Hay relojes que se conectan con periodos amplios, como pueden ser los ciclos de la menstruación. Sin embargo, el más analizado es el llamado reloj circadiano que estudia los ritmos durante las 24 horas del día. El nombre viene del latin: circa, que significa alrededor de, y diano, día.
Por último, cabe recordar que hay ciclos estacionales que también hay que respetar. Es perjudicial que en verano se utilice mucho el aire acondicionado y que en invierno se abuse de la calefacción.
Son elementos que pueden hacernos en principio la vida más placentera, pero que lo que hacen es engañar a nuestro cuerpo que se prepara, por años y años de costumbres, a otra temperatura. El organismo pierde la sensación de transcurso de estaciones y se altera.
Consejos para respetar el reloj biológico
Come a las dos como muy tarde.“Es bueno que la comida de mediodía sea la más fuerte del día. Hay una clara relación entre la obesidad y un desarreglo del ritmo biológico.”Cena temprano.
Hacia las nueve como muy tarde. A partir de las diez el sistema digestivo se hace más lento. Por esa misma razón, no se aconseja que la cena sea muy copiosa. Y en cualquier caso que sea dos horas y media antes de irse a dormir.