La llegada del COVID-19 trajo de la mano un antes y un después en nuestras vidas. En el después, la llamada nueva normalidad, el termino acuñado para definir la nueva forma de vida a la que tendremos que adaptarnos mientras convivamos con el virus.
ha venido para quedarse y nos ofrece la oportunidad de crecer como individuos y crear una sociedad y una educación mejor de la que ya teníamos.
Durante los últimos meses hemos vivido unas circunstancias excepcionales debido a la pandemia de la covid-19. A todos nos han afectado en mayor o menor grado empezando por los que han sufrido la enfermedad o la pérdida de un ser querido.
Así como el personal sanitario que ha estado en primera línea luchando contra ella junto con el resto de los trabajadores de servicios esenciales, los que la han vivido confinados, además de todos los afectados por la crisis.
Debemos tener un nivel de control, ya que el Covid-19 nos está rebasando, el hecho de estar en casa, nos está volviendo paranoicos.
Para entender este proceso al que el mundo se enfrenta, citamos al tanatólogo Jesús Nezahualcóyotl Serrato donde menciona que las personas tienen que aprender a conectarse con sus emociones.
Identificar estos miedos adaptativos, es decir, miedos normales, y manejarlos adecuadamente, va a constituir la clave en la prevención de posibles dificultades o trastornos adaptativos en el futuro.
Además de generar conciencia y aprovechar el confinamiento para reflexionar pues esta crisis puede ayudarnos a cambiar nuestra mirada sobre ciertas cuestiones.
Pues somos capaces de analizar con más tranquilidad nuestros problemas y analizarlos con otra perspectiva, esto nos ayudará a afrontarlos mejor y de una forma diferente, pudiendo encontrar soluciones en las que antes no habíamos reparado.