Todos los años las personas se ponen el mismo objetivo, llevar una vida con un estilo saludable. Por lo general, muchos desisten en el camino a causa de la alimentación; pero ser saludable no tiene porque ser aburrido, solo debes hacer menús divertidos, fáciles y nutritivos en tu día a día, además de tener una motivación y disciplina.
Así lo explicó Flor Bueno licenciada en nutrición y bienestar, donde indica que, para mejorar los hábitos alimenticios tiene que ser poco a poco ya que es un proceso largo, además aconseja que las personas deben hacer cambios diarios y fijarse metas alcanzables.
Cuando se trata de comer, todos tenemos hábitos muy arraigados. Algunos son buenos (“siempre tomo mi desayuno”) y otros no tan buenos (“siempre dejo el plato limpio”). Pese a que muchos hábitos de alimentación los adquirimos desde la niñez, no significa que sea demasiado tarde para cambiarlos.
Los cambios repentinos y radicales en los hábitos de alimentación, como no comer más que sopa de repollo, pueden llevar a una pérdida de peso a corto plazo. Pero estos cambios exagerados no son saludables ni buenos y no ayudarán en el largo plazo. Para mejorar los hábitos de alimentación de manera permanente, se necesita un enfoque en el que Reflexione, Sustituya y Refuerce.
- Reflexione sobre todos sus hábitos de alimentación, tanto buenos como malos, así como en las cosas que desencadenan que coma en forma poco saludable.
- Sustituya sus hábitos alimentarios poco saludables por otros más saludables.
- Refuerce sus nuevos hábitos de alimentación.
Para mejorar nuestros hábitos alimenticios lo principal es asesorarnos con un experto en este caso un nutriólogo, además de ser pacientes ya que para obtener un cambio se requiere tiempo.
Cinco consejos para mejorar los hábitos alimenticios
- Comer una variedad de alimentos
- Reducir la sal.
- Reducir el uso de ciertas grasas y aceites
- Limitar el consumo de azúcar
- Evitar el consumo de alcohol peligroso y perjudicial
¿Cómo influyen los hábitos alimenticios en la salud?
A consecuencia de hábitos alimenticios que perjudican la salud se puede llegar a experimentar problemas de insomnio o de sueño poco profundo. Esto es consecuencia de realizar abundantes cenas o de ingerir alimentos procesados que dificultan la digestión.
¿Qué hábitos alimenticios pueden ser dañinos para la salud?
Comer rápido, con prisas y comida preparada o 'basura'. Exceso de alcohol, grasas saturadas y azúcares y comer mientras se trabaja o se hace algo importante.
Crear hábitos saludables supone reducir el ritmo simplemente necesitas dar pasos pequeños y planearlo bien. No te estamos diciendo que te unas a una de las tendencias de "comida rara" y vivas por y para ello, simplemente que mejores los hábitos en tu alimentación con la comida que ya conoces y sabes que es saludable
Planéalo, prepárate y rodéate de comida saludable
Para ayudar a tu plan, prepárate y convéncete a vivir en estos hábitos, tómatelo como si fuera tu trabajo o las tareas del hogar, como una obligación.
¿Qué pasa si tengo malos hábitos alimenticios?
La OMS alerta de que 6 de los 10 riesgos actuales de mayor perjuicio para la salud están relacionados de forma directa con la alimentación.
Diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo, anemia, dislipidemia , algunos tipos de cáncer e infecciones, podrían aquejarle como consecuencia de una mala alimentación.
Observa qué es lo que desencadena tus malos hábitos y rompe la cadena.
Si la máquina expendedora en el trabajo te tienta cada vez que caminas por ahí, encuentra otra ruta para evitarla, o no lleves dinero contigo. Para detener los bocadillos nocturnos, ve a cepillarte los dientes en vez de entrar a la cocina para atacar el refrigerador.
Te mostramos algunos de los hábitos de alimentación poco saludables más comunes
- Picoteo entre comidas de alimentos “chatarra”
- Preferir bebidas azucaradas en vez de agua
- Comprar alimentos industriales (en vez de cocinar en casa)
- Comer sin prestar atención y hasta estar más que satisfecho
- Atracones de comida
Mantener una alimentación sana y balanceada nos ayuda a:
Disminuir los niveles de estrés: al alimentarnos de manera saludable nos sentiremos empoderados y dueños de las decisiones sobre lo que elegimos para comer, aumentaremos nuestra autoestima y disfrutaremos al máximo de los beneficios de una correcta alimentación.
Comer con moderación: ningún exceso es bueno; comer sin límites nos puede conducir a la obesidad y, además, es un hábito destructivo. La moderación es el mejor antídoto para que comer no sea una acción compulsiva o emocional.
Perder peso y mantenerlo en el tiempo: esto es algo que muchos quisieran lograr y que definitivamente vale la pena intentar. Alcanzar un peso saludable tiene una serie de beneficios para nuestro organismo, los que incluyen un menor riesgo de padecer enfermedades coronarias, diabetes o hipertensión, entre otros.
Evitar los cambios bruscos de humor: estos cambios se producen cuando comemos de manera compulsiva. Debemos tener especial cuidado con los alimentos de alto índice glicémico (que aumentan bruscamente los niveles de glucosa en nuestra sangre), ya que producen una importante descarga de insulina posterior, llevándonos rápidamente de un estado de euforia momentánea a una sensación de aletargamiento.
Vencer la adicción a la comida: si comemos de manera consciente podemos controlar mejor cuánta comida ingerimos. Se trata de comer con hambre (necesidad de comida) y no con un apetito descontrolado, que equivale al deseo de comida por causas emocionales.
Así que no olvides alimentarte bien y recuerda que cualquier cambio de hábitos es un proceso constante, que sin duda merece la pena recorrer.