Todos sabemos que por la situación de la pandemia por Covid-19, muchas actividades estuvieron detenidas, y las rutinas en los hogares cambiaron, en el caso de familias con hijos que cuentan con alguna discapacidad, se vieron en una situación complicada porque se detuvieron las actividades educativas.
El psicólogo Juan Antonio Gurrola, manifestó que los padres de niños con discapacidad o trastorno mental severo se encuentran en una situación de crisis al inicio, y ocurre porque sigue siendo un tema tabú, entonces sienten que no encuentran respuestas y tampoco saben si pueden ayudar de alguna manera a sus hijos.
Primero se enfrentan a una realidad o proceso de duelo, luego generan algo de ansiedad, miedo, culpa, ira y frustración, todo porque no se sienten preparados para responderle a sus hijos como lo merecen y mejorar la situación.
Es algo completo también porque los papás no saben como explicarle a los hijos lo que ocurre o a las demás personas, y por parte de los profesionales de salud también falta algo de capacitación.
Las familias que tienen algún miembro que padece alguna discapacidad sufren discriminación, y problemas económicos para adquirir lo necesario para poder atender las necesidades de ese familiar.
Aunque la atención a personas con discapacidad, la no discriminación y la información sobre el tema, han ayudado a deje de ser un tema tabú para la sociedad, sin embargó, aun se presentan casos donde los menores con discapacidad son encerrados o escondidos, y se teme hablar de ello.
Para el psicólogo lo importante es que se hable del tema para que se mejora la calidad de vida de las personas.
Una vez que los padres reconocen la discapacidad de sus hijos, pueden entender también que es lo que pueden hacer para ayudarlos a desarrollarse de la mejor manera y hasta donde pueden llegar, con la motivación y apoyo requerido.
Los papás no se deben de angustiar por lo que las demás personas puedan pensar de ellos o sus hijos, sino enfocarse en apoyarlo y prepararse en la psicoeducación, conocer que es lo que padece su hijo y hasta dónde puede llegar.
Padres, especialistas y tutores deben cumplir el rol que les corresponde, y no se debe dejar pasar el tiempo pensando en que la respuesta o el tiempo van a resolver esa dificultad.
Dijo también que no se trata de que los padres se vuelvan en unos especialistas, pero si es necesario estar monitoreando el desarrollo de sus hijos, y si tienen una sospecha de que algo anda mal, no dejarlo y checarlo inmediatamente.
El trato de los papás al hijo con discapacidad, no debe impedir que esa condición no le permita valerse por si mismo, y en caso de tener más hermanos, el trato debe ser igual, aunque los demás hijos deben ser conscientes de que su hermano tiene una dificultad.
La recomendación general es que los padres se informen con fuentes reales y busquen grupos de ayuda para darle una mejor atención a sus hijos.