El término sextorsión no es nuevo, pero sigue siendo una de las malas prácticas más realizadas teniendo como herramienta principal el internet y los aparatos que permitan el acceso a éste. Es precisamente la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) la que ha alertado a fin que se evite ser víctimas de este tipo de extorsión.
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Se trata de una forma de chantaje que ha cobrado relevancia en el escenario digital actual, que consiste en amenazas de revelar material íntimo de una persona si ésta no cumple con ciertas peticiones, generalmente de carácter sexual o económico. Este fenómeno se ha visto favorecido en medio de una época en que las redes sociales toman un papel por demás importante en las personas, que son las mismas que le dan ese poder a las diversas plataformas.
Y es que en medio de las redes sociales y otras aplicaciones por ejemplo de mensajería, los ciberdelincuentes encuentran una buena opción, donde pueden establecer relaciones de confianza con sus víctimas.
Al exhortar a mantenerse vigilantes para no caer en una situación de éstas, la FGED señala que los delincuentes suelen iniciar un contacto amistoso, creando una conexión que puede llevar a la víctima a compartir fotos o videos íntimos.
“Ciberdelincuentes inician una relación con la victima para obtener material intimo y luego exigen dinero para no difundirlo”.
Una vez obtenido este material, el extorsionador amenaza con difundir el contenido si la víctima no accede a sus exigencias. Esta situación puede derivar en un daño emocional y psicológico, causando incluso vulnerabilidad en la víctima.
Además de los ciberdelincuentes, la sextorsión también puede ser perpetrada por parejas o exparejas que utilizan el material íntimo como una herramienta de manipulación. En estos casos, el objetivo puede variar desde exigir más contenido íntimo hasta impedir que la relación finalice.
Para prevenir la sextorsión, es fundamental educarse sobre los riesgos de compartir contenido íntimo. Pero, si ya se está en medio de esta situación, es vital no ceder a las demandas del extorsionador y dar aviso a las autoridades, solicitando su ayuda.
