De acuerdo a la historia, la fotografía como se le conoce hasta hoy, existe desde 1824; desde entonces con las innovaciones y actualizaciones que demanda la misma tecnología y más. La fotografía llegó para representar un papel fundamental en la historia humana y sus recuerdos.
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Es así que gracias a este medio se han podido preservar bonitos recuerdos, los cuales incluso pueden pasar de generación en generación, y dejan plasmadas imágenes de familiares que para entonces, ya partieron. Bien dice el dicho que una imagen dice más que mil palabras, y sirven para abrazar aquellos momentos vividos.
En el Durango antiguo hay una amplia variedad de imágenes que dan muestra precisamente de la historia, de su gente, de los cambios. Del antes y el ahora.
En las fotografías de muchas décadas atrás aparecen familias con el rostro sin emociones, sin muecas que den muestra de cómo se sentían, quizá estaban felices, pero así eran las fotos antes. Eran fotografías más formales, sin poses, incluso, de poco contacto con el resto.
El retrato de novia, algo más serio a lo que se conoce y se ve actualmente, con un estilo más moderno y dinámico. Las imágenes también brindan un panorama de cómo eran los vestidos en aquellos años.
Cada fotografía deja un estilo marcado, incluso al observar la moda, las prendas que se utilizan en aquellos momentos. Así como la moda ha cambiado, las imágenes y sus formas también son parte de un marcado avance.
Se recurría mucho a fotografías de estudio, y de ahí que muchas de ellas fueran similares, las poses, el fondo, etc. Aún hay hogares que resguardan retratos valiosos de hace décadas. Mientras tengan un buen cuidado, éstas seguirán por nuevas generaciones.
