Los recolectores desarrollan un trabajo muy importante para lograr la meta de reutilizar los materiales de desecho para reducir la contaminación ambiental en nuestras ciudades. Su trabajo y sus vidas esconden a menudo no solo una labor valiosa, sino también historias únicas que merecen ser contadas.
Como la que estas apunto de leer; Jesús Morquecho es un recolector duranguense que se dedica a juntar botellas de plástico, desde hace algunos meses, pues ante la pandemia por Covid-19, perdió su empleo. Y al no ver otra alternativa para sacar adelante a su familia decidió buscar otra fuente de ingresos.
"Prefiero trabajar honradamente que andar robando" estas son las palabras de un hombre que a pesar de que sea un día soleado, sale a recolectar botellas con mucho entusiasmo. Y aunque sus hijos puedan sentir vergüenza, para Jesús es un orgullo dedicarse a recolectar plástico.
Ante la falta de oportunidades y de empleo, Jesús se vio en la necesidad de buscar la manera de sustentar a su familia, en entrevista para El Sol de Durango, mencionó que ha sido difícil encontrar trabajo ya que en muchas empresas piden muchos requisitos de los cuales él no cuenta, " mucha gente no valora el trabajo que hacemos nosotros los recolectores, somos invisibles", señaló.
En su rostro se puede ver el cansancio y agotamiento, sin embargo, no es impedimento para trabajar ya que su mayor motivación son sus hijos y esposa, quienes al llegar de trabajar lo reciben en casa como todos los días.
"Me levanto a las 6 de la mañana para alistar el triciclo. Es mejor salir desde temprano, porque primero me voy a las colonias más acaudaladas, ahí siempre encuentro material PET".
Así es como Jesús, recorre las calles juntando botellas de plástico que se encuentra tiradas e incluso tiene que buscar entre bolsas de basura, lo cual es aún más riesgoso ya que constantemente esta en contacto con materia fecal, papel saturado con materiales tóxicos, botellas y recipientes con residuos químicos y agujas contaminadas.
Algunos ciudadanos toman conciencia y ayudan a Jesús, separando la basura, para que sea más fácil la recolección de material.
¿Sabías qué?
Los recolectores y recicladores de basuras son, normalmente, los más pobres entre los pobres; un colectivo víctima de los prejuicios sociales, que ha de soportar el menosprecio, la marginación y los abusos.
“Es un trabajo sucio, pero honrado. Llego a mi humilde casa y afuera empiezo a separar las tapa roscas, los aros de las tapa roscas, tapas, envolturas y les doy una enjuagada con agua, a veces uso jabón si se derramó alguna sustancia con olor muy penetrante”.
"El recolectar plástico es como un trabajo cualquiera, y no es motivo de vergüenza, además contribuimos al cuidado del planeta". mencionó Jesús Morquecho.
Así como Jesús son miles de personas alrededor del país que se ganan la vida recolectando, separando, reciclando y vendiendo materiales que otros han descartado proporcionando enormes beneficios a sus comunidades y al medio ambiente.
Debido a que ofrecen la única forma de recolección de residuos sólidos. Sin embargo, con frecuencia tienen un estatus social bajo, condiciones de vida y de trabajo deplorables, y poco apoyo.
Sin duda el plástico es el negocio de hoy, la recolección de los envases en el Estado y el país entero, es una opción propositiva que permite activar la economía.