Desde hace unos días la priista Gabriela Hernández López se encuentra en recorrido por todo el estado de Durango, municipio por municipio, para dar a conocer sus propuestas en el marco de su candidatura por el Senado de la República, por la alianza Fuerza y Corazón. “Por Durango y por México, con muchas pilas, y no me cansaré de tocar puertas”.
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Dijo, se tiene un gran reto de frente, pues el equipo quiere seguir defendiendo a Durango de la injusticia, que haya seguridad, que se tenga paz y se pueda transitar libremente, tener libertad de expresión.
“En esta defensa por Durango, a mí me invita la alianza a ser la candidata al Senado. Los 39 municipios los tenemos que recorrer y escuchar (…) tengo la encomienda de escuchar a todos, entender para poder traducir sus necesidades en propuestas viables”.
Al llegar al Senado de la República se tocarán las puertas por Durango, pues ahí se representan los intereses de cada uno de los estados, se levanta la voz por los proyectos de cada entidad.
“La otra facultad que teníamos es la política exterior de México y Durango, vamos a hacer un equipo fuerte, tocar puertas en el mundo, con organizaciones, empresarios, para que visualicen a Durango como es”.
Van a venir empresas a instalarse y ofrecer empleo, con lo que el estado se convertirá en el polo del norte, en cuanto a logística, empresas, turismo y otras ramas de la economía.
Se trata de una duranguense que desde su primer día de vida ha estado inmersa en la política, al ser su padre uno de los priistas más destacados. Al estar cerca del ámbito, desde niña colaboró en campañas electorales y otras estrategias políticas, por lo que tomó experiencia en la práctica.
“En cada elección me gustaba mucho acompañar a quien se pudiera (…) pidiendo el voto por los candidatos del PRI. Yo crecí ahí con las líderes”.
A fin de avanzar, el siguiente paso fue estudiar la licenciatura y una maestría en Derecho. “Debía tener las herramientas teóricas, ya tenía lo práctico, y bueno iba a seguir en lo práctico”.
De acuerdo a su trayectoria, en el año 2015 se le invitó a participar como candidata suplente al Distrito IV federal. Más adelante, en el 2016 tuvo su primera candidatura en el Distrito III local, “desafortunadamente y afortunadamente porque aprendí mucho, no llegue al objetivo”.
Dos años después, en el 2018, recibió la invitación para ser candidata a diputada local, para lo cual dudó, pues sentía no haberse recuperado del 2016.
“En un último momento mi partido y mi familia me hacen una consciencia, me dicen ‘te apoyamos, sacrifícate en este momento. Muchos priistas que pensamos que nunca se iban a ir del PRI se fueron a Morena, muy duro, en ese momento nadie quería ser candidato, hace seis años”.
Ahí sí llegó a un resultado muy favorable, lo que le permitió fortalecer su presencia en la política. Fue un aprendizaje y crecimiento.
- “…a medida que el tiempo ha pasado he reafirmado por convicción, decisión y vocación, que la política es una actividad donde hay retos y desafíos, pero el contacto con la gente, escucharles y poder ayudar, es algo que este trabajo te permite”.