El campo mexicano sufrió una contracción mensual de 2.5 por ciento en abril, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Se trata de la segunda caída mensual consecutiva, pues apenas en marzo el sector primario, que incluye pesca, ganadería y agricultura, registró un descenso de 6.4 por ciento. Además, fue la rama de la actividad económica más afectada durante el cuarto mes del año.
La caída del sector primario se explica en mayor parte por la sequía, las altas temperaturas e inseguridad que padecen algunos productores en diversas regiones del país, según especialistas consultados por El Sol de México.
A esto se suma la falta de tecnificación o financiamiento, al igual que el encarecimiento de granos y materias primas que se dispararon a raíz del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania.
“Es una acumulación de factores, aunque predominan las sequías y altas temperaturas de los últimos meses. El problema es que esto también se ha traducido en mayores precios para los consumidores finales”, explicó Guillermo Soto, académico de la UNAM.
En mayo, los precios de los productos agropecuarios subieron 0.67 por ciento, según reportó el Inegi hace unos días.
Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) indican que al cierre de abril se registraron casi 43 mil 405 hectáreas siniestradas a nivel nacional, es decir, que fueron sembradas, pero los cultivos no germinaron.
Los cultivos más afectados durante este periodo fueron trigo, maíz, frijol y sorgo. Hasta mayo, el último dato reportado por la dependencia, la siniestralidad de cultivos es de más de 45 mil 387 hectáreas.
El académico consideró que el sector primario en México está en una encrucijada, ya que enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades requiere de un esfuerzo conjunto por parte del gobierno y el sector privado.
Recordó que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador se prometieron apoyos al campo, como precios de garantía o investigaciones para hacer más eficientes los cultivos.
Sin embargo, consideró que los apoyos no fueron suficientes o iguales para todos los productores, dado el tamaño de las cosechas o ubicación geográfica.
“Hoy, estos apoyos o programas están rezagados y no atienden las necesidades del sector, como la falta de agua, encarecimiento de insumos, que mucha veces los productores pequeños no pueden costear, e inseguridad”, agregó.
De acuerdo con el Inegi, el sector primario fue el que tuvo la mayor caída mensual en abril. En general, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) se contrajo 0.6 por ciento en este periodo.
Por el lado de las actividades secundarias o industriales hubo una baja de 0.5 por ciento, mientras que el sector turístico y de servicios descendió 0.6 por ciento.
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“Hacia adelante, en la segunda mitad de este año, se podría observar menor dinamismo debido a la sequía en gran parte del país, la disipación del gasto en información en medios con fines electorales, a la conclusión de obras del actual Gobierno federal y al impacto de la política monetaria restrictiva”, dijo Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.
Ante este escenario de desaceleración en la economía, el área de Estudios Económicos de Citibanamex prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca 1.9 por ciento en 2024, aunque advirtió que las condiciones económicas en Estados Unidos también podrían representar un freno a mediano plazo.