Las tiendas y distribuidores en México deberán vender videojuegos con contenido para mayores de edad únicamente a las personas que acrediten tener 18 años y una identificación oficial, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación (Segob). Esto, aunque buena parte están disponibles para su descarga en línea.
Los Lineamientos de Clasificación de Videojuegos enviados por la dependencia a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), la dependencia dijo que esta medida es con el fin de promover el bienestar en niños y jóvenes en general, pues muchos títulos animados se venden sin la autorización correspondiente.
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La Segob acudirá a locales o tiendas donde se vendan dichos artículos y realizará inspecciones periódicas para vigilar el cumplimiento de estas disposiciones, donde tendrán que estar presentes los vendedores, así como dos testigos para verificar la revisión.
“Esto va a ser aún más difícil de regular en tiendas digitales, porque en las tiendas se le puede decir al encargado que no le venda un juego al niño, pero cómo se verificará digitalmente la edad del comprador”, consideró Fernando Esquivel, director de Investigación de Mercados en The Competitive Intelligence Unit (CIU).
En enero pasado, la oficina de Olga Sánchez Cordero dijo que, junto a la Secretaría de Educación Pública, revisaría la clasificación y contenido de los videojuegos, luego de que un joven de 11 años originó un tiroteo en una escuela de Coahuila.
Tres meses después, instaló una Comisión sobre Tecnologías de la Información y Contenidos Audiovisuales dirigidos a niños y adolescentes para reducir los riesgos que abundan en internet, videojuegos y contenidos televisivos.
De acuerdo con la consultora NPD Group, en México, entre enero y mayo de este año, la venta de videojuegos en línea creció 20.2 por ciento anual; este periodo integra el inicio de la contingencia sanitaria por el coronavirus.
Al analizar los títulos más vendidos entre 2016 y 2019, el primer lugar estuvo encabezado por FIFA, pero en el segundo puesto se encontraron juegos de tiradores en primera persona como Call of Duty WWII, Infinite Warfare o Black Ops III.
Si se consideran los juegos de video más vendidos en la última década, según NPD Group, Grand Theft Auto V es el número uno, seguido de la franquicia de Call of Duty, en sus presentaciones de Black Ops o Modern Warfare.
La clasificación de ambos juegos es M (Mature), que según la categoría de la ESRB, organismo internacional de clasificación de videojuegos, es apto para personas mayores de 17 años y puede incluir violencia intensa, contenido sexual o derramamiento de sangre.
Para poner un piso parejo al sistema de clasificaciones en México, la Segob también fijará nuevas etiquetas para cada videojuego, mismas que deberán lucir en la carátula frontal de cada uno de ellos.
De esta manera, se otorgará la clasificación A al contenido apto para todo público; B para mayores de 12 años; B15 será para personas mayores de 15 años; la letra C incluye juegos para adultos o mayores de 18 años; y la D tendrá contenido exclusivo para adultos.
En 2019, la industria de los videojuegos en México alcanzó un valor de 32 mil 262 millones de pesos, 19.3 por ciento más que el año anterior, al tener cerca de 73 millones de usuarios, según The CIU.
Del total de jugadores, 21.6 millones son personas menores de 16 años, mientras que 10.1 millones tienen entre 16 y 20 años. Según la consultora, los teléfonos inteligentes son la principal plataforma para jugar, seguidos de consolas, tabletas y computadoras.
Los lineamientos de la Segob establecen que además de las revisiones a establecimientos, se promoverán campañas de información respecto a las clasificaciones y a los controles parentales de las consolas de videojuegos.
Todos estos lineamientos serán obligatorios para aquellos videojuegos que sean distribuidos después de que dicho proyecto sea publicado en el Diario Oficial de la Federación.
“Tampoco podemos esperar que el gobierno tenga esa labor paternalista de que se encargue de todo; se trata de obligar a que los desarrolladores de videojuegos den toda la información del contenido, pero dejar la responsabilidad final a los padres de familia es más importante”, concretó Esquivel.