Cuando llegó a cobrar el dinero del día en un puesto para asear calzado que tenía en la Plaza Baca Ortiz, José Ramón Sánchez Salinas, de 58 años de edad, sufrió un infarto, por lo que murió en el lugar.
Información recabada por este medio de comunicación, asevera que José Ramón llegó a dicho lugar, a pedirle el dinero del día a uno de sus trabajadores, pues tenía un puesto para bolear calzado.
Sin embargo, comenzó a sentirse mal y se sentó en la parte donde reposan los clientes y fue ahí mismo en donde murió debido a un infarto.
Al lugar se trasladaron paramédicos de la Cruz Roja, así como del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes trasladaron el cadáver al anfiteatro para realizarle la necropsia.