Un 29 de septiembre fue decisivo en la vida de Aurora, ¿acaso estuvo en el lugar menos indicado?, eso nosotros no lo sabremos, pero a cinco años de haber ingresado al Centro de Reinserción Social (Cereso) número uno, ha encontrado en el canto una forma de romper barreras y su espíritu viaje más allá de los muros de su celda y sea libre.
Desorientada y con el miedo aún latente de aquel día, Aurora se refugió en el coro de la iglesia para encontrar estabilidad emocional, “fue ahí donde mis compañeros me dijeron que mi voz se debía explotar, yo no les creí”, narró la joven de cabello ondulado, y sonrisa tímida, quien contó que al acercarse el día de las madres del 2016 tomó valor para participar en el festival que se organizaría.
Aurora es una de las 250 mujeres Privada de su Libertad o PPL, como se les conoce hoy en día, y ese día, el de su debut, el pánico escénico la invadió, “las piernas me temblaban, pero mis compañeras me alentaron y subí al escenario, de inmediato fue una sensación que llenó mi corazón”, mientras recuerda ese momento su rostro se llena de alegría, y olvida que aún le quedan cerca de tres años para completar la mitad de su sentencia.
Conocida el Cereso por su timbre de voz, el cual describe como aterciopelado y la versatilidad que existe en su repertorio, se dedica a amenizar desde las bodas masivas, hasta la ceremonias religiosas, para ello se prepara con dos semanas de anticipación, pues dentro del Centro se ha conformado una banda, en la que ella es la voz principal, “siempre pregunto qué quieren escuchar y de ahí se compone nuestro repertorio”.
¿Cuándo estabas fueras cantabas en algún grupo?
No, solo en las reuniones familiares, fue aquí cuando encontré mi pasión. Cuando interpreto siento la canción y eso hace que mi voz traspase estos muros.
“Eso y más”, es el tema favorito de Aurora, ya que dice, “tiene un mensaje de amor”. Esta habla de una persona que puede entregar todo a otra, y bajo ese precepto de entrega fue como ella encontró a su verdadero amor, esto dentro de los grandes muros de piedra del Centro.
Aurora está enamorada y al decirlo se ruboriza un poco, “a mi esposo lo conocí aquí, tengo tres años de casada, él me ayudó a salir adelante, pues en un abrir y cerrar de ojos cambió mi vida completamente, él fue una de las personas que más me apoyó en este lugar”.
Ahora se encomienda a Dios para obtener su libertad anticipada y continuar con la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social”.
Para Aurora la sencillez en su vestuario es indispensable a la hora de subir al escenario, pues lo único que desea que sobresalga es su voz, le encantan las baladas y su deseo es tener un profesor de canto para perfeccionar su técnica, ya que por ahora solo cuenta con sus compañeros de banda, quienes la dirigen, “ellos me han apoyado demasiado, al igual que el coro”.
Estar en el escenario y perdurar en el tiempo es su sueño, tal y como su cantante favorita Rocío Durcal, “cada día sigo adelante, esto para mí no es obstáculo, es una prueba más en mi vida, es una experiencia más y he crecido como persona. Estaba en el momento equivocado cuando pasó todo, pero estar aquí me ha cambiado la forma de ver la vida”.
Actualmente se dedica a plasmar en papel algunas de las ideas que después le gustaría grabar en alguna producción discográfica.