El pasado martes la señora Gabriela Núñez Delgado, recibió la notificación en su domicilio de un embargo por la cantidad de 96 mil 200 pesos, deuda que presuntamente adquirió luego de un retraso en los pagos de vales de zapatos y dinero que ella distribuyó entre sus clientes, quienes durante la pandemia dejaron de pagar la deuda ante la falta de dinero.
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Ahora Gabriela es uno de los 15 casos que llegan a la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Durango semanalmente, por este motivo ya que es perseguida por una de estas empresas que venden sus mercancías por medio de vales y quienes, a través de técnicas engañosas, logran convencer a sus distribuidores de firmarles un pagaré en blanco, mismo que posteriormente es llenado con cantidades exageradas fuera de los montos acordados de manera inicial.
“Esa no es la cantidad que yo firmé, porque yo firmé el pagaré en blanco”, dijo la afectada, quien denunció intimidación por parte de las personas que notificaron del embargo al señalar que se tumbarían puertas y cargarían con todas las propiedades que tienen en su hogar hasta saldar la deuda, “a mi mamá le querían tomar fotos y le pedían la credencial de elector”, comentó.
Explicó que de acuerdo al documento entregado al inicio por esta empresa, se le otorgaron 20 mil pesos en vales que ella distribuiría entre sus clientes, posteriormente este monto subiría a 31 mil pesos, una vez que se saldara el recurso inicial.
“Al momento de yo pagar, ellos me entregan los pagares de las personas que no han podido pagar y no es esa cantidad que ellos dicen que les debo, incluso los préstamos no iban más allá de cuatro mil pesos”, comentó Gabriela al señalar que no se está negando a pagar la deuda, siempre y cuando sea lo que se acordó.
En este sentido el presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Durango, Francisco Javier Betancourt Solís, explicó que se ha incrementado el número de casos de juicios ejecutivos mercantiles, donde se firma un pagaré en blanco, el cual acusan de no haber pagado.
“Lo que es muy común es que la parte demandada dice que el documento lo firmó en blanco y que las cantidades que les cobran son de cien mil 200 mil o incluso 300 mil pesos. Son personas que no tienen la capacidad económica de adquirir una deuda de ese tipo, por lo que es creíble que los documentos fueron suscritos en blanco y posteriormente alteradas las cantidades”, informó.
Desafortunadamente muchos de estos casos llegan a solicitar asesoría cuando ya se dictó sentencia o no hay contestación a la demanda, por lo que van en rebeldía y con esto se dictará una sentencia en contra.
De ahí que piden a la ciudadanía estar muy alertas de los documentos que se firman, que no se haga en un documento en blanco y agregar el monto de la deuda en número y letra para que estos no sean alterados y fácil comprobación ante un juzgado.