Aunque llevaría muchos años operando, apenas en días pasados se reveló el impactante daño que habría causado un hombre llamado Ernesto a decenas de niños y jóvenes en Durango, quienes habrían iniciado contacto con él en distintas fechas para pertenecer a una academia de música. La Tribu Durangueña, un colectivo feminista, difundió recientemente el caso de una secta disfrazada precisamente de esa academia de música que atrajo a muchos.
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Según explica la activista feminista Jennifer de la Torre, luego de la publicación de esta denominada secta coercitiva han surgido más y más casos de víctimas, de todas las edades; personas que aseguran haber caído en alguna situación de violencia sexual o explotación ejercida por Ernesto “N”.
Hoy, están en la mira Ernesto “N” y la Academia Hierofante, ante acusaciones en redes sociales de explotación, manipulación, violación, abuso, y con ello en daño físico y psicológico.
“Fue un montón de mensajes de muchas personas adultas que en su momento fueron niños y que pasaron por esa situación con esta persona. Nos llegó mensaje también de una persona con procesos de demanda de forma laboral, porque los tenía en una de sus tiendas trabajando de forma gratuita, por muchos años”.
Reveló que fueron llegando diversas pruebas como conversaciones, y todo ello da muestra del grado de manipulación, y enseguida de otras situaciones a los que eran sometidos.
Según Jennifer de la Torre, para la academia de música, que en realidad era una secta, buscan sobre todo niños de padres ausentes, aunque había casos de todo tipo. “Entonces él se aprovechaba de esa situación, o de niños que tenían padres presentes, pero que querían pertenecer y que tenían ciertos gustos musicales”.
“De ser una academia musical se trasladó a una secta donde por un tiempo estaban ahí y posteriormente los obligaba a trabajar de forma gratuita, e incuso esclavizándolos de forma laboral”.
Llama la atención que hoy son mujeres y hombres que siendo niños fueron víctimas pero que nunca dijeron nada, hasta hoy que sale el caso de manera mediática; dijo, en redes sociales se pueden leer comentarios como: “yo también fui víctima”, “a mí también me pasó”, “ya era hora que se diera a conocer”.
El llamado es para que se atienda el caso y la autoridad atienda los casos denunciados que ya los hay, “tienen un grupo entre ellos de todas las personas que pasaron por ahí, que les aplicó lo mismo, si ellos se organizaran podrían hacer esto más mediático”.
Expuso De la Torre, quien lidera el colectivo de la Tribu Durangueña, que llegan a este grupo muchas denuncias, las cuales incluso ya interpusieron de manera formal ante la autoridad, “y que no les queda de otra que empezar a hacer la denuncia de forma social y mediática”, para utilizar estas herramientas y trasciendan los casos, que se visibilicen y haya resolución en el mejor de los casos.