La tormenta tropical Narda, que en días pasados afectó las costas del Pacífico, también provocó daños en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango, específicamente en la comunidad La Escondida, donde los fuertes vientos dejaron sin techo una modesta vivienda y en el desamparo a la familia que la habita, sin que hasta el momento haya recibido ninguna ayuda.
Telefónicamente la señora María del Carmen Sarabia contó que la noche del lunes el fuerte viento ocasionado por la tormenta tropical que pasó frente a Sinaloa, desprendió las láminas del techo de su casa, afectando la lluvia seriamente muebles y ropa de su familia, compuesta por ella, su esposo y sus cuatro hijos pequeños.
Desesperada ante la falta de auxilio, explicó que se comunicó a la presidencia municipal de Pueblo Nuevo, pero que le dijeron que no tienen vehículos para llevar ayuda y no tienen láminas, por lo que de momento no pueden hacer nada.
Para llegar de La Escondida a El Salto hay que viajar todo el día por caminos muy difíciles, lo cual se complica por la temporada de lluvias.
“Todos los días está lloviendo y los vecinos que son igual de pobres que nosotros nos han prestado algo de ropa. Todo lo que tenemos se nos está echando a perder”, agregó.
“Créame, mi situación es crítica, ni mi esposo ni nadie de la comunidad tienen empleo; sólo se siembran milpas de maíz y frijol, pero usted sabe que se necesitan tantas cosas, sobre todo cuando uno tiene niños pequeños”, externó María del Carmen, recordando a sus niños de 12, 10, 7 y 3 años de edad.
La Escondida es una comunidad muy bonita que está cerca de los límites con Sinaloa, pero es muy pobre y sin trabajo para su gente, además no es tomada en cuenta por las autoridades de Pueblo Nuevo, aseguró.